Setién tiene poco margen para los cambios

Quique Setién tiene ahora poco margen para los cambios

Quique Setién tiene ahora poco margen para los cambios / EFE

César L. Menotti

César L. Menotti

La pelota ha vuelto a rodar en la Liga y disputada la jornada podemos decir que lo que los candidatos al título se reafirman en la lucha por el liderazgo. Se juega a un ritmo diferente al que se puede conseguir con el transcurso de los partidos, y es evidente que la superioridad del Barcelona y el Real Madrid se impone por cantidad y calidad de jugadores. 

El fútbol todavía está raro, confuso. En lo personal no me gusta nada que pongan dibujitos en las tribunas para simular la presencia de la gente que no puede asistir a la cancha. Tampoco me gusta que paren el partido reiteradas veces para hidratarse, y los cinco cambios me parecen innecesarios. Tengo muchas vidas dentro de la cancha y extraño esa relación que se produce entre los futbolistas y la gente. Y estoy seguro que los jugadores lo extrañan también. Se nota incluso en las acciones de juego, porque las pausas son más largas y el ritmo de regreso a las posiciones es diferente. Entiendo las razones de salud, pero creo que también hay cuestiones de los negocios  que se esfuerzan demasiado por maquillar una realidad que es lo que es: la gente nos puede acudir a los estadios y los equipos están faltos de ritmo futbolístico por la ausencia de competencia durante los meses que duró la pandemia. 

En relación a esto vimos a un Barcelona que no escatimo esfuerzo en la entrega, pero el ritmo de juego fue otro del que mostró respecto a cuando se suspendió la Liga, y solo podrá recuperarse con la seguidilla de partidos. Lo que más me sorprendió fue Lionel Messi con su nuevo corte de pelo, que lo rejuveneció y le quitó por lo menos diez años. En lo futbolístico estos tres meses de inactividad no le pasaron factura como se preveía. Un gol y dos asistencias para seguir demostrando que su genialidad y su solidaridad para con el equipo se impone a cualquier dificultad, incluso a una pandemia. 

Entiendo que hay ansiedad por ver en cancha a algunos jugadores de la Masía, como Ansu Fati y Riqui Puig pero Quique Setién tiene poco margen para pruebas, cuando faltan solo diez fechas para terminar el torneo. El entrenador debe apostar por el mejor equipo posible porque son punteros y están obligados a ganar la Liga. Hacer pruebas en competencia no es el método más recomendable, a menos que los jóvenes se encuentren en mejores condiciones que los titulares. 

En estas instancias se impone jugar con el mejor equipo posible, aunque la continuidad de partidos pueda obligarlo por necesidad a realizar algún cambio o reservar algún jugador. 

A los entrenadores nos evalúan por los resultados, y si ganas es porque ganaron los jugadores, y si pierdes muchas veces nos castigan por las elecciones que hicimos respecto al equipo. 

Es posible que algunos futbolistas que pudieron ser titulares aún no están en condiciones. Todavía sigo viendo que Griezman no encuentra su lugar en el equipo. Y en líneas generales no encontré ninguna novedad en el juego, algo que era de esperar también  porque hubo pocos ensayos. Y hay una desconexión en el juego por la falta de ensayo que se irá recuperando con la competición, que es lo que el equipo necesita ahora. 

Más obligado que nunca, Setién necesita fortificar las pequeñas sociedades en los entrenamientos. En este sentido gana a un jugador muy importante como Luis Suárez quien me dio la impresión que está bien, que corrió con mucha seguridad y soltura, dando muestras de que su lesión ya es un mal recuerdo. 

Contra el Mallorca el Barcelona encontró los goles desde la salida del vestuario. Jugó con mucha comodidad y cuando el adversario intentaba descontar consiguió marcar el segundo tanto. Esa diferencia ya fue insalvable para el equipo local que no pudo ofrecer resistencia. Todavía es muy pronto para sacar conclusiones de como está futbolísticamente el equipo blaugrana para cuando se enfrente a rivales de peso. En líneas generales no jugó un buen partido, pero lo ganó con comodidad y eso hace que el jugador se relaje. Y que el entrenador trabaje más cómodo en la búsqueda del mejor equipo posible. 

El Real Madrid, el gran competidor, me parece en contrapartida que tiene mucha claridad en la definción de los puestos. Zinedine Zidane ya encontró su once. Hay futbolistas que llevan mucho tiempo jugando juntos y ese entendimiento e una ventaja. También se impuso ante el Levante jugando bien, sin brillar pero sobre todo por el peso de sus individualidades.  

La Liga está prácticamente definida entre el Barcelona y el Real Madrid. Es cierto que los partidos hay que jugarlos, pero el parón ha fortificado a los equipos que tiene más cantidad y calidad de futbolistas. La distancia entre ellos es muy corta para que alguno de los dos se relaje ahora.

LA DEFINICIÓN DE LA CHAMPIONS

Entiendo que quieren resolver la Champions y están haciendo lo  posible por sostener una definición que se la devoró el tiempo. Y es preocupante que se hagan modificaciones que puedan no obedecer al mejoramiento del fútbol en los grandes escenarios en los que se desarrolla una competición tan prestigiosa. Hay mucho circo también. Y me hubiera gustado que se escuche también a los entrenadores. Celebro que finalmente se le respete la localía al Barcelona y al Manchester City porque de esa manera se fortifica el reglamento y la ley tiene que ser pareja para todos.

Entiendo que la situación sanitaria obliga a tomar determinaciones inéditas como que tanto la Champions como la UEFA se definan a partido único con el cambio de sede. Pero tienen que aclararse porque están generando demasiada confusión. El espíritu de la competición debe preservarse de los intereses económicos, y se debe actuar en favor de los equipos. Lo que mejor sea para los equipos será para la competición.