Setién quería llegar vivo al clásico

El Barça ha vivido en una montaña rusa durante el último mes. Desde el área deportiva y la directiva tenían claro que el cambio de entrenador provocaría un terremoto controlado en el entorno y la plantilla, pero que los resultados acabarían por verse a final de curso. Con lo que no contaban es con un mercado de enero tan movido y, sobre todo, con la desgracia de las lesiones, que han metido presión a una temporada muy complicada.

Setién ha tenido que sortear obstáculos con la única obsesión de llegar vivos al clásico. El calendario no acompañaba y para los técnicos era básico jugar en Madrid dependiendo de ellos mismos. Y es que, tanto el vestuario como el cuerpo técnico, tienen claro que se viene el clásico más decisivo de los últimos años, un partido que puede marcar el curso de los dos equipos. Quien pierda quedará seriamente tocado para afrontar el tramo decisivo de la temporada. Y en el Barça, los momentos anímicos valen doble tras las peripecias vividas en estas semanas.

Messi se saldrá

Y para este último esfuerzo, en el Barça cuentan con Messi. Sí que es cierto que no ha tenido fortuna con el gol en los últimos partidos, pero el momento del argentino es bueno. Leo se ha dado cuenta de las debilidades del equipo y juega más que nunca en áreas de influencia lejanas a la portería para ayudar al equipo. Sus asistencias en los últimos partidos así lo explican. Pero los registros goleadores de Messi siempre acaban siendo estratosféricos, por lo que si ahora no entra la pelota, ya lo hará en los momentos en los que se juegan títulos. Y el Bernabéu es su campo fetiche...