Setién convence, Bartomeu reconoce, Xavi no existe

Bartomeu y Abidal escuchan a Setién en su presentación

Bartomeu y Abidal escuchan a Setién en su presentación / VALENTI ENRICH

Ernest Folch

Ernest Folch

La presentación de Quique Setién como nuevo y flamante entrenador del Barça tuvo como principal virtud dar el sainete de los últimos días por cerrado. Aunque no lo parezca, la vida sigue y lo que quiere hoy la 'gent blaugrana' es reilusionarse y volver a creer en el futuro. Contra la confusión vivida desde el KO de la Supercopa, la naturalidad y el convencimiento de Setién en sus ideas fueron las mejores medicinas para curarse del espanto. Setién exhibió humildad, en algunos momentos incluso de manera exagerada ("ni en mis mejores sueños me hubiera imaginado que un día estaría aquí") y desprendió coraje y valentía con su defensa de la cantera y del estilo del Barça desde el primer minuto.

A diferencia de Luis Enrique y Valverde, que siempre dieron la impresión de defender el modelo Barça pero solo de palabra y sin terminar de créerselo, Setién desprendió ayer autenticidad y fe de verdad en las ideas cruyffistas. Cierto, ahora habrá que pasar de las palabras a los hechos, teniendo en cuenta, como él mismo tuvo el valor de reconocer ayer, que necesitará un lógico tiempo de adaptación y aprendizaje. En la apuesta de Setién, la variable decisiva se llama tiempo, porque estamos a mitad de temporada y hay poco margen de maniobra. El técnico cántabro fue elegante con Valverde, firme en sus ideas y se le vio con capacidad de reactivar al equipo. Sus primeras decisiones marcarán la hoja de ruta y serán cruciales para arrastrar al vestuario a su favor.

BARTOMEU ADMITE ERRORES

La comparecencia de Bartomeu tuvo la virtud de reconocer el desbarajuste de los últimos días ("podríamos haber hecho las cosas de otra manera"), un gesto de mérito que hoy en día cuesta de ver en cualquier ámbito. El presidente del Barça explicó bien por qué el equipo necesitaba un cambio y expuso que el equipo necesitaba un "impulso", algo que no pueden negar ni siquiera los más críticos. Nadie puede reprocharle a Bartomeu que su decisión haya sido resultadista: como le recordó ayer Piqué en un tuit nada ingenuo, Valverde se va "con el equipo líder y dos ligas en dos años". En cambio, arrojó escasa luz sobre lo que sucedió en Doha, y ni él ni Abidal, sorprendentemente, pronunciaron el nombre de Xavi. Cierto, los periodistas podríamos haber insistido sobre esta cuestión, pero lo cierto es que tanto el presiente como Abidal dieron la sensación de querer evitar la cuestión. Queda un cabo suelto que hará falta aclarar cuanto antes.