Sería injustificable no dar una oportunidad a Cucurella

Marc Cucurella y su pareja se convertirán en padres primerizos | Diario AS

Marc Cucurella y su pareja se convertirán en padres primerizos / sport

Ernest Folch

Ernest Folch

El Barça ejerció ayer la opción de recompra de Marc Cucurella, pero su futuro sigue en el aire. Tras una exitosa temporada en el Eibar, donde pudo desarrollar su talento, el canterano blaugrana vuelve a casa, ni que sea provisionalmente. El jugador está dolido con Valverde, que el pasado verano, en una decisión difícil de entender, escogió a Miranda, un buen jugador pero con mucho menos experiencia, para dar el salto al primer equipo. 

Para que Cucurella se quedara en el Barça sería imprescindible que Valverde hablara con él y le transmitiera su confianza: rectificar es de sabios y en el fútbol todo se puede arreglar con una breve conversación. Porque después de lo que ha demostrado Cucurella este año, se merece al menos una oportunidad. Se la merece él y se la merece sobre todo La Masia, que en caso de duda, sale casi siempre mal parada.

Que la secretaría técnica se vea empujada a buscar un lateral izquierdo en el mercado teniendo a un talento como Cucurella, (justamente cuando se están intentando cuadrar como sea los números de todo el club) es grotesco y, además, profundamente incoherente. Desde dentro se duda de sus capacidades defensivas, quizás por los mismos que olvidan que dos grandiosos laterales como Alba o Alves han triunfado en el Barça únicamente por sus virtudes ofensivas. Seguro que Cucurella tiene sus puntos débiles, pero en su momento nadie pareció ser tan exigente con fiascos como BoatengMurillo o André Gomes, por poner solamente tres ejemplos sonados.

La cuestión es que a ‘Cucu’ nadie tiene que explicarle de qué va el juego del Barça, porque lo ha mamado desde niño. Y es que el club en general, y más específicamente su entrenador, tienen que empezar a decidir a partir de qué momento, o mejor dicho a partir de qué jugador, empiezan a creer otra vez en la cantera. Cucurella es otra oportunidad que les vuelve a ofrecer el destino. Quedárselo sería la mejor manera de demostrar, en plena remodelación de toda la estructura del fútbol base, que la cantera vuelve a reconectarse con el primer equipo.