Señoras y señores, Ernesto Valverde

El entrenador Ernesto Valverde

El entrenador Ernesto Valverde / sport

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

Hemos oído (y leído) al presidente Josep Maria Bartomeu, que cada vez está más solo, pero cada vez tiene mayor intención y deseo de no dejar el barco porque, al margen de remontar el vuelo deportivamente en todas las secciones que no tuvieron un año brillante (no hablemos siempre de fracaso cuando no se gana nada, pero ni referido al Barça ni a nadie, pues se trata de deporte y solo gana uno), está empeñado en otras reformas de calado importante como la remodelación del Camp Nou (casi tocaría decir del ‘viejo’ Camp Nou) y, además, en encontrarle nombre con tanto éxito (económico, claro) como ha ocurrido con Rakuten.

Por eso Bartomeu no se va, está en su derecho, digo (como lo estarían Joan Laporta o Agustí Benedito, que corrió a pagar la deuda que tenía con el Barça de casi 10.000 euros, diez horas antes de convocar su segunda conferencia de prensa para la recaudación de firmas para el voto de censura, casi le cierran las oficinas y no llega a tiempo) y porque, además, también quiere remontar el vuelo con todas las secciones, sin temer (o eso dice) a las posibles conversaciones que, dicen, tiene grabadas la Guardia Civil del expresidente Sandro Rosell. Otra gotera. Insisto, hemos oído al presidente y, en efecto, lo hemos encontrado muy solo, así que, de nuevo, el Barça está en manos de Leo Messi. Bueno, lo ha estado siempre, incluso en la época dorada de Pep Guardiola, como confesaba el propio ‘mago’ de Santpedor en aquel vídeo que les recomendé una vez de la visita de Baggio al Camp Nou. Aunque, visto el arranque de pretemporada, deberíamos decir (o a mí me gusta adivinar, intuir, desear) que el Barça está en manos de Ernesto Valverde, ya que no digo de Robert Fernández, a quien le han puesto un jefe por encima que, supongo, digo, no lo sé, no me lo ha contado porque sigue debiéndome un café, no le habrá gustado nada. No Pep Segura, sino tener un jefe. Otro.

Hoy oiremos a Robert decir que la aparición de Segura “no cambia nada, pues yo seguiré haciendo el mismo trabajo”. Pero no esperen mucho más de la conferencia de prensa del secretario técnico azulgrana. Y mucho menos que les prometa a Marco Verratti o confiese que no lanza la toalla, o que hay una operación en marcha. Ni hablar. Balones fuera. Eso sí, “seguimos teniendo una de las mejores plantillas del mundo”. Eso se lo oirán decir en su primera aparición acompañando a Ernesto Valverde. Y es ahí donde debemos centrar todos nuestros ojos y oídos, en el nuevo entrenador del Barça, a quien Messi ardía en deseos de conocer y ya conoce. Esta vez sí es importante la aparición de Valverde, sobre todo porque todos, todos, esperamos un cambio respecto a las conferencias de su amigo Luis Enrique, cosa que el ‘Txingurri’, que es un señor, un señorazo, confirmará: que ‘Lucho’ es su amigo y que su trabajo en el Barça ha sido espectacular.

Pero todos queremos oír más cosas de Valverde. Sobre todo esperanza, ilusión, nada de si el Barça jugará 3-4-3, 4-4-2, 5-1-5…. queremos oírle decir que con lo que tiene se apaña “pues son buenísimos jugadores”. Eso sí, esperamos más sonrisas, más predisposición al buen rollo con la platea. No digo complicidad. Digo que desaparezcan las malas caras, aunque los de enfrente sean los mismos.