La selección española se paseó ante Montenegro

España no tuvo piedad de Montenegro

España no tuvo piedad de Montenegro / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

OTRA DIMENSIÓN

El equipo de Scariolo lo tuvo muy fácil. Ni la posibilidad de que Rice ejerciera de revulsivo de Montenegro tuvo ninguna incidencia. La diferencia entre ambos equipos es enorme. Sirvió, eso sí, para que la selección tuviera un buen entrenamiento en el que pudo repasar todos sus sistemas, y coger ritmo de juego para enfrentamientos más exigentes. También nos mostró la habitual filosofía del técnico italiano. Intensidad defensiva buscando recuperar balones, para después correr con velocidad en la transición. Y en un ataque posicional cabe destacar que la pareja Marc-Pau asume mucha responsabilidad ofensiva. Uno por fuera y el otro por dentro, indistintamente, son dos piezas imparables. Serán en este Europeo el eje central del poder ofensivo español. Cuando se buscan entre ellos, la defensa rival tiembla y se ve incapaz de pararlos. Un activo que ninguna otra selección puede mostrar.

UN GRAN JUEGO COLECTIVO

Todo y destacar el poder de los Gasol, ayer la victoria de la selección fue un trabajo coral. Destacable el enorme trabajo de Ricky y Sergio Rodríguez. Aún más importante si tenemos presente que Llull no está. Los dos bases recuperaron un sinfín de balones, estuvieron rápidos en transición, y provocaron un montón de ventajas en ataque. Algo similar podemos decir de la determinación de los hermanos Hernangómez. Una demostración de fuerza, carácter y capacidad anotadora. En situaciones de bloqueo colectivo pueden ser muy importantes ya que su agresividad se contagia, y ello hace que el ritmo de juego se acelere notablemente. Quizá el partido no sea muy significativo de lo que puede suceder en adelante. La debilidad de Montenegro no permite sacar conclusiones definitivas. Pero para ser un encuentro inaugural el balance de la selección española es positivo.