La Segunda B ya está de más para Riqui

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gbonafc barcelona b vs orihuela foto david ramirez191013200539 / sport

German Bona

German Bona

Riqui Puig decidió este verano quedarse en el Barça aunque fuera a costa de seguir soportando patadas terroríficas de rivales que solo pueden frenar la calidad con dureza. Su primera temporada en Segunda B le curtió, le fue bien para hacerse más fuerte y aprender a no conducir tanto y a soltar el balón más rápido: o lo hacía o peligraban sus piernas. Solo hay que ver su progresión de un año al otro y su evolución no solo en conceptos físicos sino también en los tácticos. Pero ha llegado un momento en que la categoría de bronce ya está de más para Riqui. Muchos rivales se están jugando la supervivencia y como se comprobó el sábado, le van a seguir ‘cazando’ porque, entre otras cosas, los árbitros no son capaces de priorizar el talento. Que una triple entrada de juzgado de guardia acabe con una sola tarjeta amarilla lo dice todo. Es triste, pero es así.

La temporada pasada le curtió, pero solo tienen sentido las patadas si hay luz al final del túnel

No tiene sentido que un futbolista como Riqui Puig se juegue la piel cada semana en esta categoría si al final del túnel no le espera una gran luz. Las oportunidades para el primer equipo han llegado por fin esta temporada... pero no para Riqui. Y las primeras eliminatorias de Copa del Rey,  precisamente ante equipos de Segunda B, no serán consuelo si no se dibuja una continuidad. Riqui ama el Barça, no quiso salir cedido, está siendo paciente y sus ‘marcas de guerra’ señalan su sacrificio, pero necesita que Ernesto Valverde dé otro paso adelante en su versión más valiente, la que sí ha demostrado con Ansu y Carles Pérez, y mueva ficha. Vuelve a ser su turno.