Satisfechos del presidente y mirando al futuro

Jasikevicius, protagonista

Jasikevicius, protagonista / AFP

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

BALANCE CON PERSPECTIVA

El “subidón” de la victoria, en el definitivo partido del Palau, propiciaba una lógica euforia que no permitía una reflexión serena acerca de lo logrado por los blaugranas. Ahora, con un poco más de calma, constatamos que el Barça ha cerrado un año magnífico. No sólo por los títulos conseguidos, sino por el juego que ha desplegado, y también por su capacidad de sobreponerse a adversidades tan duras como la derrota ante el Efes. Estamos ante un grupo que ya se cree importante, sabedor que ante sí se abre un periodo de éxitos, a poco que la suerte los acompañe. Son el referente en la ACB, rompiendo la hegemonía del Madrid, y en Europa tienen su asignatura pendiente. Alcanzar la Final Four implica estar en la élite, pero cabe pedir algo más a los de Jasikevicius. Sin duda, Saras se ha erigido como líder del vestuario. Creo que por delante de piezas tan importantes como Mirotic o Calathes. El técnico sabe que lo logrado en su primera temporada le otorga unos “galones” evidentes, que debe gestionar con criterio. Hemos constatado que, más allá de lo que marcan los contratos, hay jugadores que no le acaban de convencer. Sin duda, hombres como Westermann, Pustovy o el mismo Claver, han tenido poco protagonismo en el tramo decisivo de la temporada. Y su futuro está en el aire. Otros, como Oriola, creo que tienen más posibilidades de quedarse en el equipo.

EL JUEGO INTERIOR EMPIEZA A MOVERSE

El Barça acaba de cerrar el fichaje de Sanli. Un jugador que ayudará, y mucho, al juego interior de los blaugranas. Además, el ya ex del Efes es capaz de abrir el campo y ser muy eficaz desde la línea de tres. A Saras le motivan las piezas polivalentes, y no acaba de sentirse cómodo con un pívot a la vieja usanza, que sólo se mueva cerca del aro. Es decir, al técnico le gusta el rol que Pau ejerció en el tramo final de la temporada. Tras este primer movimiento en los despachos, habrá que estar atentos a si aún hay margen para nuevas caras entre los interiores. Me estoy refiriendo a la posibilidad de que Marc Gasol recale en el Palau. Sobre todo, si su hermano Pau no sigue. Hace un par de años se decía que Marc ficharía por el Barça. Eran tiempos en los que el jugador estaba cobrando cifras astronómicas en la NBA, y era un referente en Toronto. La viabilidad de la incorporación era pura quimera. Ahora, la situación ha variado radicalmente. Marc da la sensación de que no está muy contento en los Lakers, su técnico no le da excesivo protagonismo, y tampoco sus emolumentos están acordes con su innegable calidad y prestigio. Un puzle que imagino Navarro debe estar gestionando para hacerse con sus servicios. Sería una gran noticia. Estamos ante un jugador que, a diferencia de su hermano, no ha perdido ritmo de competición y se adaptaría rápidamente a la manera de hacer de Jasikevicius. Marc es una persona lista, inteligente, y consciente de lo que le resta de carrera deportiva. Puede que cerrar el círculo retornando a Catalunya sea algo que no descarte. Aunque su fugaz, -y frustrante-, paso por el Barça no le haya dejado un buen recuerdo, seguro que estudiará la oferta de su amigo Navarro, si esta llega.