Salvar nuestro deporte no tiene precio

He leído informaciones estos días que me han gustado mucho. Por parte de Neuer, que asume que el futbolista es un privilegiado y entiende que haya, en un momento así, una rebaja salarial. Pero también por parte de los jugadores de la UD Las Palmas, que estaban dispuestos a entregar parte de su salario para paliar el ERTE que el club quería aplicar a sus trabajadores y que, finalmente, no aplicará. Que Dortmund y Bayern creen un fondo para ayudar a los clubs con menos recursos de Alemania o que Messi y Guardiola donen un millón de euros de su patrimonio para la lucha contra el coronavirus. También me ha gustado que Pau Gasol y Rafa Nadal animen a todos los deportistas españoles a recaudar once millones de euros. 

Todas ellas son grandes iniciativas que demuestran que el mundo del deporte no está tan apartado de la sociedad como a veces se da a entender, que quienes formamos parte de él también tenemos sentimientos y sufrimos como las demás personas. Es evidente y nadie lo niega que nos ganamos bien la vida, pero eso no significa que no nos importe nada más que ejercer nuestra profesión. También formamos parte de este mundo y padecemos sus problemas. 

Ahora está en juego la supervivencia de clubes y Ligas y será el entendimiento de todos lo que haga posible que, de la forma que sea necesaria, el fútbol quede protegido, que es lo más importante. Lo mismo sucede en el Barça, que atraviesa una situación que solo desde dentro conocerán plenamente, pero que estoy seguro de que se resolverá con el consenso de todas las partes para dar con alguna solución justa para todos y beneficiosa para la institución.Cada club a todos sus niveles tendrá que adaptarse a este momento por el que pasa el deporte y la sociedad y eso también exigirá otra manera de gestionar y mayor cuidado con las cantidades que se han manejado hasta ahora en los mercados de fichajes de las grandes Ligas.

A todos nos interesa que el balón siga rodando. Todos queremos volver a jugar, que la gente disfrute de nosotros, pero eso solo se conseguirá con la implicación de todas las partes y cambios estructurales necesarios. Ahora no hay colores que valgan, ni rivalidades, solo un interés común: salvar el fútbol. Desconozco la fórmula mágica que se adoptará, pero es obvio que todo pasa por la creación de fondos de solidaridad generosos o de rebajas salariales. Cuando todo suceda, será la mejor manera de sentirnos orgullosos porque lo habremos hecho entre todos. Salvar a este deporte que tanto amamos no tiene precio.

APLAUSO PARA LOS SANITARIOS

Desde Canadá me gustaría sumarme al aplauso que, desde sus hogares, la sociedad española está brindando a los profesionales sanitarios, que trabajan sin descanso y, en ocasiones, con recursos escasos contra el coronavirus. Sé, porque tengo amigos involucrados en esa pelea diaria, que no lo están pasando bien, pero que están dando lo mejor de sí mismos para ayudar a personas en situaciones muy complicadas, que están viviendo momentos muy duros y que, sin ellos, el problema sería mucho mayor. Gracias a todos los que trabajáis para combatir esta pandemia. También a profesionales de otros sectores igual de importantes.

PASO EL DÍA ESTUDIANDO FRANCÉS Y COCINANDO

Aquí en Canadá se están haciendo las cosas muy bien. La gente es muy civilizada y respeta el confinamiento, lo que ayuda mucho en la lucha contra el coronavirus. Yo estoy aprovechando todo este tiempo para, entre otras cosas, estudiar francés, seguir entrenando, leer y, también, aprender a cocinar, algo que me está gustando muchísimo.