¿Se va a salvar el Barça de las quiebras?

Y llegó un partido en el que la mala suerte se llevó por delante la solvencia de Ter Stegen, la mala suerte provocó las lesiones de Piqué y Sergi Roberto y el Cholo ganó su primer partido contra un Barça impotente. Y la insolvencia deportiva puede traer la económica. No es cosa solo del Barça. Las cosas no pintan bien en el mundo del fútbol en general. Solo hay que ver lo que está pasando en Francia, donde Mediapro ha dejado de pagar a los clubes por los derechos de televisión alegando que el precio se fijó en otro contexto. Quiere ello decir que en el contexto actual, no se puede pagar lo que se pagaba antes de la pandemia. Ya vemos la luz al final del túnel del covid-19, pero fallan las fuerzas para llegar hasta el otro lado de la orilla. Muchas compañías van a caer en el camino convertidas en eso que los economistas llaman las empresas zombis, que siguen funcionando pero que acumulan deudas que las hacen inviables, es decir, que no quiebran por la excepcionalidad del momento que esconde su incapacidad de pagar lo que deben. Si fallan los derechos televisivos, como en Francia, y los patrocinadores, muchos clubes pueden entrar en esa fase, muy especialmente si los estadios siguen cerrados y los socios se siguen enfriando.

¿Está exento el Barça de caer en una situación de quiebra? Aparentemente, sí. Pero la capacidad de repeler candidatos a la presidencia denotaría que lo que encuentra Carles Tusquets es mucho peor de lo que reconoció Bartomeu durante su agonía, en la que ocultó la gravedad de la situación económica enmascarándola con la deportiva. Muchos se sienten engañados. Empezando por los jugadores, cuyos sueldos son un lastre como lo son casi todos los pagos a los que tiene que hacer frente el club con los ingresos lastrados. La solvencia de Tusquets es clave hasta las elecciones, porque si el club suspende pagos la única salida será la indeseable conversión en sociedad anónima.