Salir de la SuperLiga puede salvar al Barça

Ceferin y Joan Laporta, juntos pero no revueltos

Ceferin y Joan Laporta, juntos pero no revueltos / EFE

Ernest Folch

Ernest Folch

No hace falta ser Sherlock Holmes para adivinar que, salvo milagro, el expediente que anunció la UEFA terminará en una sanción, probablemente muy dura, contra el Barça. Un organismo como la UEFA rara vez anuncia algo de esta importancia si no es porque ya tiene pensado cómo acabará.

Y en este sentido las declaraciones de Aleksander Ceferin demuestran que el presidente de la UEFA ni siquiera se toma la molestia de disimular sus intenciones: “El ‘caso Negreira’ es de lo más grave que he visto en el fútbol”, y encima con una aclaración técnica: “En lo que se refiere a la UEFA, no hay nada prescrito”.

Unas palabras sorprendentes teniendo en cuenta que las hace desde un órgano probadamente corrupto pero que están hechas claramente para ir preparando el terreno para el día en el que la UEFA haga pública la sanción, algo así como un aviso para navegantes.

Tampoco hace falta ser Sherlock Holmes para relacionar la reacción de Ceferin con que el Barça haya sido el único club, junto con el Real Madrid y la Juve del dimitido Agnelli, que todavía no se haya desmarcado de la agonizante Superliga. La contundencia de Ceferin suena inevitablemente a ‘vendetta’.

Como tampoco puede desligarse de la guerra fratricida que mantienen abierta Javier Tebas y Joan Laporta, con cruce incluido de petición de dimisiones. El Barça está ahora mismo inmerso en una espectacular guerra de las galaxias contra UEFA y Liga, a la que se suma desde hace unas semanas Florentino Pérez, que ha pasado en un tiempo récord de aliado a enemigo.

El mar de fondo de esta guerra múltiple para el Barça es una crisis económica sin resolver, incapacidad de fichar por una masa salarial disparada y quizás como llave de todo, el posible retorno de Messi, la marcha el cual fue en realidad el detonante de todos estos formidables fuegos artificiales. Viendo todo este complejo arsenal explosivo, quizás ha llegado el momento de empezar a rebajar la tensión y buscar nuevas alianzas.

La ruptura de relaciones con el Real Madrid, si no es teatro, tendría que dar pie a un nuevo escenario. El Barça tiene ahora la excusa perfecta para retirarse de la Superliga, marcar distancias con Florentino y, sobretodo, conseguir rebajar tensión con la UEFA con la finalidad de evitar una sanción histórica.

Laporta apela a menudo al ‘pit i collons’, pero el momento pide ahora mucha calma e inteligencia. Si la UEFA sanciona al Barça y lo deja fuera de las competiciones europeas, viene un desastre ingobernable. Rectificar es de sabios, y tragarse el orgullo a veces es útil. Salir de la Superliga puede salvar al Barça.