Salid y disfrutad

Lo dijo Johan en su día y así lo hicieron los miles de personas que decidieron aplaudir, apoyar y reconocer los títulos de los primeros equipos profesionales de fútbol del FC Barcelona. Algo pica más allá del escudo blaugrana cuando a seiscientos kilómetros dedican tiempo y críticas a la ¿pobre? asistencia a un evento festivo en día laborable y, sobre todo, a dos títulos que llevan celebrándose hace semanas.

Acercarse a los que no pueden acceder al Camp Nou como socios. Permitir que una ciudad se colapse para el disfrute. Potenciar la cercanía momentánea a coste cero y tentar a la suerte para que un jugador te guiñe un ojo o coja al vuelo tu teléfono para hacerse un ‘selfie’ en el bus y devolvértelo aún a riesgo que acabe destrozado bajo una rueda es lo que puede costarte un sueño. Sea para mil o para un millón de seres me vale.

Porque la ilusión no tiene precio y quien mejor lo entendió fueron Xavi y sus jugadores. Los mismos que han ganado esta Liga bunkerizándose de los despachos, del ‘caso Negreira’ y de la caverna mediática. Si el fútbol es de la gente, el lunes se demostró. Porque los que salieron a la calle, a los balcones y a las redes sociales para compartir su alegría lo hicieron con el guion del orgullo de pertenencia.

Esas mujeres a las que llevarán en volandas en próximo 3 de junio en la final de la UWCL y esos hombres que les han permitido plantarle cara al vigente campeón de la Champions son las y los que han entendido mejor lo que hacía falta para fortalecer el sentimiento colectivo. Quizá -seguro- en muchos momentos sacrificaron el preciosismo por el resultado. Pero el resultado final es el disfrute generalizado. Tan necesario y tan sanador.

En paralelo a los festejos y a los títulos -sinónimo de dividendos, potenciación de la marca Barça y felicidad colectiva- se sumaba un nuevo adiós a la estructura que pende y depende directamente de la presidencia. El apellido Cruyff, el sinónimo del estilo y del ADN, decidía no renovar su compromiso con el club.

A Giró, Reverter, Llauradó y Alemany se sumaba Johan Jordi, un profesional independiente y preparado cuyo último servicio a la entidad fue subirse al autobús del doblete y subir a sus redes sociales un reel de la rúa junto a Xavi y Oscar Hernández. Poco más que añadir a un compromiso. Ojalá el de técnico blaugrana no sienta que se queda cada vez más solo. Ojalá pueda hacer reescribir algún día su propio guión sin estar marcado por las circunstancias. Ojalá nunca más reconozca, como hizo en la Casa de l’Esport de Terrassa, que “los peores días como deportista los he pasado siendo entrenador del Barça”. Ojalá disfrute, disfruten y disfrutemos lo que nos espera lejos del Camp Nou.

'Una pareja real'

El cómico argentino Jero Freixas, que ha triunfado en Barcelona con el espectáculo ‘Una pareja real’, desveló el lunes en el programa ‘Cafè d’idees’ que dirige Gemma Nierga que se había sentido “esperanzado” por el retorno de Messi al Barça. Una conversación de quince minutos con Xavi Hernández el domingo tras el partido en Cornellà le dio alas a la posible vuelta de Leo, rendido admirador de su trabajo.

A ritmo de mariachi

La esposa de Xavi Hernández, Núria Cunillera, celebró el título de Liga a ritmo de mariachi. Junto a los representantes Arturo Canales, Fernando Solanas y otros amigos, la periodista e ‘influencer’ compartió en sus redes sociales el festejo en el que la música en directo y la gastronomía más selecta fueron las protagonistas de una noche inolvidable.