El sacrificio de Mascherano

Mascherano dejó Inglaterra para fichar por el Barça el verano de 2010, en ese momento se buscaba un mediocentro y los ‘tacklings’ y cambios de juego que regalaba en cada partido del Liverpool, Javier Mascherano, fueron su mejor carta de presentación para que acabara fichando por 24 millones de euros. La realidad fue que Sergio Busquets acabó explotando y Mascherano acabó ocupando la posición de central.

El argentino llegó a contar en una entrevista que el primer día que le alineó Pep Guardiola de titular en esa posición no lo habían entrenado antes y que por bajas en defensa, el técnico de Santpedor tenía que elegir entre Busquets o él. 

Desde ese día Javier Mascherano seguía figurando en la nómina de centrocampistas del equipo pero su lugar estuvo en el centro de la defensa.

Asumió esa posición como trampolín a estar en el once inicial de un equipo como el Barça y alcanzar la gloria y títulos pese a estar ubicado en un lugar que no era de su agrado.

Siempre que podía expresaba su deseo de jugar de nuevo en el centro del campo y en alguna ocasión lo logró pero solamente con la selección argentina tenía ese lugar como fijo. Aceptó el sacrificio de jugar como central pero no el de verse como suplente en el equipo. Ha encontrado en China una salida que deje dinero en las arcas del club, en las suyas y que le garantice minutos. En el horizonte el Mundial de Rusia y un posible regreso a River.