Saben aquel de 'Ney' que dice...

Neymar Junior durante un partido del PSG

Neymar Junior durante un partido del PSG / AFP

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

Es lo que tiene tener amigos que hacen girar los satélites, casi los cambian de sitio, para poder ver el partido del Barça. Son tipos duros, que mandan, que saben de qué va el asunto, no diré que tienen poder porque podrían enfadarse, pero pueden hacer que tú veas, en el lugar más recóndito del mundo, el encuentro de Messi&Cia y eso, cuando uno está tirado en la montaña de Motegi, allá lejos, muy lejos, en Japón, donde empiezan a volverse ya más locos por don Andrés que por el Barça, a menudo tiene sus peajes. Y has de pagarlos, amigo, aunque sean de alto coste pues, de lo contrario, cuando te encuentres tirado en otro de esos países lejanos donde se corren las motos te quedarás sin el Barça, no te invitarán a su akelarre privado (o casi, pues, luego, llegas al salón y esta todo el ‘paddock’, o casi) y lamentarás no haberles dado la bola que se merecían.

Al grano. Ayer, en pleno pasillo de las oficinas del circuito de Motegi, propiedad de Honda, pero unas oficinas y pasillos minimalistas (en serio, estos japoneses no van de lujos), me tropecé, así, de pronto, con Carmelo Ezpeleta, Manel Arroyo e Ignasi Sagnier, los dos primeros, ya saben, máximos responsables del Mundial de motociclismo, y el tercero, responsable de comunicación del campeonato. Bueno, eso, casi nadie al aparato. Y, perdón, me olvidaba, tres culés enfermos, reconocidos y con carnet de décadas, sí.

Yo, que creía iba a conseguir cinco o seis noticias de motos a la vez, es más, que estaba convencido de que les iba a tener que pedir que las dosificasen pues no entrarían todas en el mismo periódico, me quedé con las ganas. Vinieron hacia mí al grito (especialmente Sagnier y, luego, sí, sí, el ‘jefazo’ Ezpeleta, máximo defensor del Barça en Madrid, que ya es defender) de “¡tienes que escribirlo! ¡tienes que escribirloooo!” Vale, sí, lo escribiré, pero qué tengo que escribir, por qué estáis (bueno, estaban, pues Arroyo se mostró muy distante de tanta algarabía) tan excitados y/o indignados.

Habían oído, entre vuelo y vuelo, entre aterrizaje y busca de maleta, entre kilómetros en carreteras estrechas, entre reuniones interminables con japoneses que venían con papel, lápiz, goma de borrar y rotuladores de colores, que el Barça se está replanteando el regreso de Neymar Júnior. “A mí no me metáis en esto”, decía Arroyo, que era el único que no se creía esa historia de que Josep Maria Bartomeu había consultado a las ‘vacas sagradas’ del vestuario al respecto. “¡Pero qué dices, Ignasi, qué dices, eso no es creíble! ¡pero si el padre de Neymar nos metió una querella en la que nos pedía, perdón, le pide al Barça 26 millones de euros!”, comentaba Arroyo.

“Manel, de verdad, que dicen que se lo están repensando, cuando lo que nos hizo ese muchacho fue una traición y no puede volver ¡no puede volver! Si ahora se arrepiente, estupendo, ya sabes el frío que hace fuera del Barça, tú, guapito, qué te pensaste que irías a París, la Torre Eiffel te haría reverencias y ganarías la Champions con una mano. Pues, si quieres, ahora, engañas al Real Madrid pero al Barça, por más amiguetes que tengas en su vestuario, no vuelves a pisarlo”, soltó Sagnier así, de sopetón, sin pestañear ni dudar, ni tropezarse con la lengua y los dientes. ¡Uf!

“Que no, Ignasi, que no puede ser verdad, que deben estar intentando levantar el precio para que al Real Madrid le cueste una pasta considerable”, comentaba Arroyo mientras, más o menos, intentaba desandar lo andado y regresar a su despacho. Pero ¡boooom!, de pronto se oyó la voz de pelotari de Ezpeleta y se detuvo el mundo. “Eso, que se vaya al Real Madrid y así lo acaba de hundir, que tienen un buen lío”, empezó diciendo el jefazo de Dorna, organizadora del Mundial, amigo de Bernie Ecclestone e íntimo de Andrés Iniesta.

Y, cuando ya parecía todo calmado, es decir, cuando yo ya había tomado nota del encargado, ya saben, decirles a ustedes, perdón a Bartomeu o a quien corresponda porque, de verdad, a mí esto de que puede volver ‘Ney’ me parece una de las 1.236 barbaridades que ha hecho el Barça ¡anda y que engañe a otro! ¡él y su padre!, que no se puede volver a fichar a un traidor que se rió en nuestra cara (con el visto bueno de Gerard Piqué), va Ezpeleta y dice: “Eso, eso, Piqué, que, en sus días de descanso, da la vuelta al mundo con su Davis y, encima, critica a Roger Federer, el más grande. Luego van y dicen que si les afecta el ‘virus FIFA’, poco les afectará, digo, cuando, pudiendo descansar, se van a dar la vuelta al mundo por sus negocios particulares”.

¿Entendido, no? Gracias. Sí, son mis amigos. Y, en esto, pienso como ellos. Por eso lo escribo.