La rueda de prensa más difícil de Joan Laporta

Joan Laporta

Joan Laporta / Javier Ferrándiz

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

En sus dos periodos al frente del club Joan Laporta suma nueve años como presidente en los que ha protagonizado mas de treinta y cinco ruedas de prensa. Algunas muy felices como cuando celebró los seis títulos en un año o la primera victoria en la Champions en Paris, otras, comprometidas cuando tuvo que plantar cara a una moción de censura o reconocer una deuda que situaba a la entidad al borde de la quiebra. Pero ninguna tan difícil como la que va a celebrar mañana para aclarar el caso Negreira. Está en juego la reputación de la institución y la credibilidad del presidente. Un momento complicado y grave de la historia blaugrana que ha provocado una campaña de desprestigio contra el club de las que dejan huella y necesitan urgente reparación.

Se cumplen ya dos meses desde que estallara la denuncia y se espera con verdadera expectación la versión oficial de los hechos. Laporta no tiene otra salida que contar la verdad por inexplicable y dura que sea, reconocer responsabilidades que afectan a cuatro mandatos diferentes y ofrecer a la UEFA una versión creíble de lo sucedido para evitar que la investigación abierta acabe en una exclusión temporal de las competiciones europeas.

Hay un hecho importante y revelador. A lo largo de los dos meses que dura esta crisis institucional, ningún árbitro y ningún club se han revelado en contra del Barça presentando pruebas indiciarias que sirvan para fijar presuntas corrupciones. En consecuencia, Laporta está en condiciones de afirmar alto y claro que el club nunca ha comprado ningún colegiado ni ha tenido la intención de influir en ningún resultado. Esta es la madre del cordero de toda la polémica. Es aquí donde hay que hacer hincapié desmintiendo falsas acusaciones e intencionados rumores.

Otro punto importante será justificar la cuantía de los pagos realizados y los servicios recibidos a cambio. En cuanto a los pagos, el Barça es responsable de las salidas de caja pero no puede saber y mucho menos especular lo que hizo Negreira con el dinero. Es su problema de cara a la inspección fiscal que tiene abierta. Lo que si debería explicar el presidente son los informes recibidos y la utilidad dentro del club. En la vida profesional las cosas que no se pueden explicar, mejor no hacerlas. Esperamos que no sea este el caso.

Laporta debe ser preciso en sus explicaciones ya que el caso esta en el Juzgado en periodo de instrucción y el club prepara la defensa legal ante los tribunales. Ahora el objetivo prioritario  es cortar la campaña de difamación reputacional, demostrar a la UEFA que no hay base para una sanción y convencer a los socios de que un error de contratación se ha convertido en una campaña de difamación.

EL PRIMER ERROR

Cuando el Barça contrato a Enriquez Negreira hace mas de veinte años, no calibró los riesgos de tener a sueldo al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Eran otros tiempos, todos hacían chanchullos. Este fue el primer error y hay que reconocerlo. Fue un vendehúmos que mas tarde se convirtió en un sinvergüenza. Cobraba por unos informes de poco valor y ninguna trascendencia. De lo que hacía con el dinero, él sabrá, pero vivía como un nuevo rico.

CUATRO PRESIDENTES

Es clamoroso e inexplicable que cuatro presidentes del Barça, Gaspart, Laporta, Rosell y Bartomeu, tuvieran a sueldo a Negreira sin cuestionar su continuidad. El argumento era que había que estar bien con los árbitros y nadie se atrevió a cortarlo. Una chapuza de mucho cuidado que no detecto ninguna auditoria a pesar de su cuantía. Algunos socios se preguntan cuantos pagos indetectables más de este tipo había en las cuentas del Barça en aquellos tiempos.