Rotar es sufrir, no le demos más vueltas

Leo Messi ha liderado al FC Barcelona contra el Valencia

Leo Messi ha liderado al FC Barcelona contra el Valencia / JAVI FERRANDIZ

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

No quiero hacerme pesado con las rotaciones, pero a la vista está lo que influyen en el juego y en los resultados del Barça. Seguramente, se acusa mucho más en el Barcelona que en cualquier otro equipo por la descomunal calidad de la mayoría de titulares. Hay muchos jugadores insustituibles en el equipo de Valverde, por lo que sus recambios, por buenos jugadores que sean, no aguantan media comparación y siempre quedan en evidencia. Dentro de estos insustituibles, ayer faltaron dos, uno por sanción, Busquets, y otro por decisión del entrenador, Alba. No parece tanto, pero sí lo es por los desajustes que se producen en el equipo, sobre todo si el sustituto del lateral izquierdo es un lateral derecho ya reciclado y a su lado está un central sin ritmo competitivo, como Vermaelen. El invento duró 45 minutos, cierto, pero ya se habían encajado los dos goles.

PENSANDO EN EL MADRID

No me cabe duda de que Valverde pensó en el partido del miércoles contra el Madrid. Y es normal que pensara, no en vano se trata de una semifinal de Copa que acaso marque la temporada en el contexto de la descarnada rivalidad entre los dos grandes del fútbol español. Dio descanso a Alba, seguramente pensando que por ahí puede ponerle Solari a Bale y, sobre todo, que por ahí puede hacer mucho daño ofensivamente a los blancos. Rotó a Lenglet probablemente porque la seguridad defensiva es básica en el partido de ida de una eliminatoria cuando lo juegas en casa. Y dosificó a Arthur quizá para tenerle fresco para el control que necesitará ante el Madrid. Eso sí, mantuvo al mejor tridente atacante en la confianza de que el talento de arriba ganara el encuentro. Messi, como siempre, no falló y firmó los dos goles, por cierto, el segundo de una extraordinaria dificultad sin apenas hueco para que pasara el balón. Lamentablemente, no fue suficiente. Las rotaciones tenían sentido pensando en el Madrid, pero rotar es sufrir, no le demos más vueltas.