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Rooney y la vía romántica del futbol inglés

Rooney, en el entrenamiento de Inglaterra

Rooney, en el entrenamiento de Inglaterra / sport

Jordi Cruyff

Jordi Cruyff

En el salto del césped al banquillo, hay casos de jugadores que, cuando los ves en acción interiorizando el juego, das por seguro que acabarán en el área técnica. En otros casos, nada te hace sospechar que se convertirán en entrenadores. No por falta de conocimiento, sino por actitud. Son futbolistas que prefieren ir a lo suyo: entreno, partido y casa. Y que no son muy partícipes a la hora de pensar el porqué de los entrenamientos. En definitiva, hay jugadores que hacen y otros que hacen y piensan.

A todos les une el hecho de estar enamorados del fútbol desde pequeños. Pero con ser entrenador no todo el mundo sueña. Hay gente que no piensa mucho más allá de su etapa de futbolista. De ahí que a veces cueste entender el trasfondo de una decisión que no deja de ser arriesgada. A veces puede ocurrir por inercia, por el vacío que se puede sentir ante la falta de la rutina diaria del vestuario. Es una decisión que comienzas a vislumbrar cuando cumples los 30 años, o incluso antes, cuando empiezas a plantearte el futuro como ojeador, agente, director deportivo, entrenador o directamente desmarcarte de este sector y apenas disfrutar viendo fútbol.

Hay varias vías para probar suerte como entrenador. De entrada, convertirte en ayudante, dentro un cuerpo técnico donde vayas encontrando tu parcela. Hay otros técnicos que prueban suerte directamente en una cantera tras sacarse el título. Y luego está la vía británica, inusual en España: compaginar el papel de jugador y entrenador antes de dar el salto definitivo. Es una tradición antigua y me gusta por su lado romántico. Ocurrió con Gullit y Vialli en el Chelsea y Roberto Martínez tuvo la opción de hacerlo en el Swansea, aunque colgó definitivamente las botas para centrarse en el rol de entrenador.

Wayne Rooney ha venido a hacer lo mismo siguiendo esa costumbre inglesa, pasando de ser jugador-entrenador a entrenador a tiempo completo del Derby County. No deja de ser una transición natural. Llega un momento en tu carrera en el que te sientes más un educador de las nuevas generaciones del vestuario, porque ves al equipo y sus aspectos tácticos desde la madurez que te otorga tu experiencia. 

El hecho de que otros ex compañeros de la selección inglesa como Steven Gerrard, en el Rangers de Glasgow, o Frank Lampard, en el Derby primero y posteriormente el Chelsea, hayan dado ese paso sin anestesia, con relativo éxito, ayuda a que otros clubes hayan perdido el miedo a lanzarse. Es una decisión que entraña sus riegos, sobre todo para el entrenador, que puede ver condicionado su futuro en el primer peldaño de su carrera. Los errores de principiantes son naturales, por eso es importante saber elegir el staff y rodearse de gente que te aporte lo que no tienes. Ser una leyenda del fútbol ayuda a ganarse el respeto del vestuario, pero siempre resultará complicado tomar decisiones dolorosas que afecten a excompañeros. Lo que sí está claro es que Rooney ha tenido una carrera envidiable y que no ha elegido precisamente el camino mas fácil en un club como Derby County sometido a un complicado proceso de venta y en peligro de descenso. Sin duda, ha sido una decisión muy valiente.