Opinión | Fútbol
Ronaldinho y Neymar Jr., vidas paralelas
'Ronnie' se 'jubiló' con 28 años al dejar el Barça y 'Ney' con 31 cuando se fue a Arabia, de donde ha salido por la puerta de atrás

Ronaldinho Gaucho y Neymar Jr. en sus respectivas etapas en el Barça / SPORT.es
Ronaldinho Gaucho cambió para siempre la historia moderna del Barça. Con su sonrisa y su magia, rescató al club de la depresión para colocarlo en la cima en un tiempo récord: del verano de 2003 a la final de Saint-Denis en mayo de 2006. Después fue 'o rei' del bienio de la autocomplacencia.
Dejó Barcelona en el verano de 2008, coincidiendo con la llegada de Pep Guardiola en el banquillo. Tenía solo 28 años y decidió 'jubilarse'. Solo en 2013 tuvo un semestre acorde a su calidad, cuando ganó la Copa Libertadores con el Atlético Mineiro.
'Missing' Messi
En alguna de las esporádicas entrevistas que concede, ha remarcado que de lo único que se arrepiente es no haber jugado más tiempo al lado de Leo Messi. A Ronaldinho se le perdona todo, siempre tuvo el derecho de hacer lo que quisiera después de haber sido campeón mundial con Brasil (2002), de haber sido el mejor del mundo con la camiseta blaugrana, con dos FIFA World Player (2004 y 2005) y un Balón de Oro (2006). Ahora, participa del magnífico proyecto de los Barça Legends jugando por todo el planeta.

Neymar, del Al-Hilal al Santos / SPORT
Neymar Jr. ha decidido vestirse de Ronaldinho en el ocaso de su carrera. Empezó a ejercer de jubilado un año y medio atrás, el día en que cambió el PSG por el Al-Hilal, de Arabia Saudí. Tenía, entonces, tenía 31 años.
Lastrado por las lesiones
La realidad es que ninguno de los grandes europeos lo quería, por eso cogió el camino más fácil, el de rebozarse con millones de petrodólares. Una gravísima lesión en la rodilla ha mediatizado su aventura saudí, que ahora ha acortado en seis meses, anticipando su adiós y renunciando a 65 millones de dólares.
Su fichaje, por cinco meses en principio, por el Santos FC es una claudicación en toda regla. El Brasileirao ha demostrado que es un trampolín para relanzar carreras. En 2024, se vio con Thiago Almada, campeón del mundo con Argentina que estaba olvidado en el MLS, o Luiz Henrique, que dejó de forma lánguida el Betis. La 'dupla' se salió, ganó la liga local y la Copa Libertadores, y, ahora, el primero está en el Olympique Lyon y el segundo, que juega habitualmente con la Seleçao, ha decidido irse ahora al Zenit de San Petersburgo, propiedad de Gazprom.

Ronaldinho con la camiseta de At. Mineiro / AP
Lo de Neymar en el Santos, por mucha narrativa del regreso del hijo pródigo, no tiene pinta de catapultar una carrera hacia ningún lugar. Quiere estar cinco meses, para irse después a la MLS, donde lo que más le atrae, como él mismo dijo en una 'live', es que la temporada es muy corta y las vacaciones muy largas.
Si Ronaldinho despierta admiración, Neymar solo genera repudio, como su última polémica, atacando a Rivaldo y diciendo que ocuparía su lugar en el Mundial 2002, lo que provocó una respuesta dura y contundente de otro ex mito del barcelonismo y del fútbol brasileño.
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