Robert Moreno merece un reconocimiento

Robert Moreno no duda de su trabajo

Robert Moreno no duda de su trabajo / Efe

Ernest Folch

Ernest Folch

LUIS RUBIALES PODRÍA OFICIALIZAR hoy la vuelta a la selección, que podría recuperar su cargo de seleccionador de cara a la Eurocopa del próximo verano. Las circunstancias que provocaron la marcha repentina de Luis Enrique fueron tan excepcionales y personales que hacen que su vuelta se vea ahora como algo natural y lógico.

La vida sigue, incluso para un padre que ha sufrido una terrible pérdida como la que tuvo que sufrir él, y es normal que Luis Enrique, si se ve con fuerzas suficientes, quiera retomar su vida profesional en el punto que la dejó. Sin embargo, y a falta de confirmación oficial del relevo, es necesario tener un reconocimiento muy especial para Robert Moreno, que asumió con mucha valentía el timón de la nave y que ayer mismo culminó contra Rumanía su gran obra: deja la selección clasificada, primera de grupo y cabeza de serie; es decir, arriba de todo y en una posición inmejorable.

Carácter y probados conocimientos

Pero lo que avala a Robert no son solo sus números, sino sobre todo su carácter y sus probados conocimientos, que le permitieron continuar la revolución que había empezado Luis Enrique con una gran eficacia. El mérito de Moreno ha sido haber sabido continuar la sacudida que inició el entrenador asturiano, algo que hacía todavía más difícil la transición: ha continuado la apuesta por jugadores muy jóvenes, que a menudo le han valido críticas injustas, ha descentralizado la plantilla (en el último partido se alinearon 11 jugadores de 11 equipos diferentes), y también ha sido fiel a la idea de juego, al mismo tiempo que la hacía avanzar y la evolucionaba.

Fue el propio Robert quien, al asumir el cargo, dijo que entendería perfectamente que un día volviera Luis Enrique. Parece que ese día se acerca y el anuncio podría producirse hoy mismo, aunque hay indicios de que el actual seleccionador no había sido informado de esta trascendente decisión. Robert Moreno merece un aplauso por la naturalidad con la que ha sabido gestionar un encargo diabólico. Es posible que tenga que dar un paso atrás en las próximas horas, pero lo que es seguro es que esta aventura ha servido para que el mundo del fútbol haya descubierto otro gran talento.