Lo mejor de Riqui Puig

Si no fuera porque sabemos de su indiscutible talento futbolístico, de la calidad que ha demostrado en el filial y las pocas veces que le hemos podido ver en el primer equipo del Barça, casi que estaría por asegurar que lo mejor de Riqui Puig es su carácter y personalidad. En cualquier caso, una cosa no excluye la otra. Y sí, miren, creo que lo mejor de Riqui es su confianza en sí mismo, pues refuerza su clase como futbolista y, sin duda, es y será un factor que le ayudará a superarse en su carrera. En el fútbol de hoy en día, con la competitividad al máximo nivel que se exige, la fuerza mental de los futbolistas es un factor determinante. Aquellos que superan la presión, que se adaptan a la exigencia, que saben positivizar su entorno, que tienen madera de líderes... son lo que mejor explotarán su talento. Y en este aspecto, Riqui me ha dejado muy pocas dudas en muy poco tiempo. 

Autoconfianza

Precisamente porque Koeman no se lo ha puesto fácil tiene más mérito su reacción. Le han dicho dos veces que se busque equipo para irse cedido y las dos veces ha dicho que no, que ya se encargará él de ganarse el protagonismo que en principio le niegan y de demostrar al entrenador que está equivocado. No es una falta de respeto ni una chulería de poca monta, al contrario, es un reto positivo. Y así, ha aguantado en el Camp Nou como un campeón, soportando más de una y de dos de esas humillaciones que en el fútbol significa que te saquen en el minuto 86. Y todo sin rencor; al contrario, con sana ambición y fe en sí mismo. Y con carácter y valentía: pidió tirar el último penalti de la tanda de la semifinal de la Supercopa (si lo hubiese fallado podría haber sido su tumba) y en Elche marcó pese a estar solo cinco minutos sobre el terreno de juego. Por lo menos en una cosa hay que darle la razón: todo eso se lo hubiera perdido si estuviese cedido por ahí. Riqui quiere que lo que tenga que pasar le pille en el Camp Nou y con la camiseta azulgrana puesta. No tiene miedo a equivocarse. Juega fuerte, tiene carácter y una autoconfianza bestial. A mí denme jugadores así. Para entendernos, denme Riquis y no Griezmanns, que es el caso opuesto en esto de la autoconfianza.