La revoluciónes Ansu Fati

Ansu Fati celebra un gol con Jordi Alba

Ansu Fati celebra un gol con Jordi Alba / JAVI FERRÁNDIZ

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

A las nueve de la noche, miras la alineación, diez jugadores de la temporada pasada y uno, Coutinho, que no estaba porque no servía, y te preguntas: ¿dónde está la revolución? ¿En la baja de Suárez, que cuatro horas antes la había liado en Madrid con dos goles y una asistencia en su debut con el Atlético? Uy, uy, uy, la tensión se mascaba en los primeros minutos del arranque del Barça en la Liga.

De hecho, las redes sociales venían calientes con los goles rojiblancos de Luis Suárez y las ganas que le tienen a Bartomeu. Con público en el Camp Nou, qué mal lo hubiera pasado el presidente en el palco.

Pero en el fútbol no hay verdades ni certezas absolutas. La revolución no estaba en el equipo, ni siquiera en el estado anímico de Messi, que dicho sea de paso jugó con la misma actitud, buena actitud, de siempre, sino en el sistema del entrenador, un nuevo entrenador que ha potenciado los puntos fuertes del equipo y ha corregido algunos de los débiles, el estado físico, principalmente.

UN JUGADOR CON ESTRELLA. 

Digo que Koeman ha potenciado los puntos fuertes del equipo y, en este sentido, su mejor decisión ha sido darle protagonismo a Ansu Fati. El chaval es el punto fuerte más claro del equipo, después, o incluso al mismo nivel, de Messi.

A Leo le ha puesto el técnico de delantero centro, de falso nueve, aunque en Leo no hay nada falso, todo es verdadero. Ahí, con la libertad de dar rienda suelta a su talento, seguirá rindiendo al máximo nivel, no lo duden. Y a Ansu Fati le ha creado un sistema ideal, le ha rodeado de Messi, de Coutinho y de Alba, ¡casi nada al aparato!, para que triunfe. Por cierto, felicitémonos también por la recuperación del lateral. La banda izquierda fue una autopista hacia el cielo y Ansu Fati, la estrella que más brilló. Un jugador con estrella, nunca mejor dicho.

Dos goles en cuatro minutos y un penalti que provocó rompiendo la cintura del infortunado defensa del Villarreal que tenía que marcarle. La revolución es y será Ansu Fati, el hombre - el niño -, que robó el protagonismo de la jornada a Luis Suárez y el gran triunfador del excelente debut del Barça de Koeman en la Liga.