Una revolución total de 250 millones

Raphinha y Lewandowski celebran el gol del brasileño

Raphinha y Lewandowski celebran el gol del brasileño / VALENTÍ ENRICH

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Laporta ha dado el gran golpe con cinco fichajazos en apenas tres semanas. El mes de julio empezó con la confirmación de las incorporciones de Kessie y Christensen (que llegaban libres), siguió con la llegada de Raphinha, explotó con el aterrizaje de una estrella mundial como Lewandowski y culminó con la ‘bomba’ Koundé. Más de 150 millones invertidos para cumplir las exigencias deportivas de Xavi. El técnico tiene ahora gran parte de los futbolistas que necesitaba para construir un equipo campeón. Pero la revolución no se ha acabado aquí. Además de agilizar la ‘operación salida’ (ayer se hizo oficial el traspaso de Mingueza al Celta y en las próximas horas llegará la confirmación del ‘exilio’ de Riqui Puig a la MLS), todavía hay otros tres fichajes pendientes de cerrar. Se trata de los laterales del Chelsea Azpilicueta y Marcos Alonso y del centrocampista del Manchester City Bernardo Silva.

El Barça destinará otros 100 millones de euros a estos refuerzos con el objetivo de culminar la transformación total de la plantilla. Azpilicueta y Marcos Alonso, a los que les queda un año de contrato, costarán un total de 20/25 millones. Y Bernardo Silva no llegará a los 70. Eso sí, para hacer realidad la incorporación del portugués es imprescindible la venta de Frenkie De Jong. El futbolista holandés se resiste a irse del Camp Nou. Pero, aunque sea a regañadientes, acabará aceptando un traspaso. Siempre y cuando se respete el desorbitado contrato que le firmó Bartomeu con nocturnidad y alevosía. El Chelsea ha entrado fuerte en escena y está dispuesto a pagar los 80 millones que pide el Barça. Si se culmina satisfactoriamente esta operación, Bernardo Silva cumplirá su sueño de vestir la camiseta blaugrana. Y Xavi tendrá entonces todo, absolutamente todo, lo que había pedido.

Laporta ha cumplido su palabra. La revolución es un hecho. Va a suponer un coste de casi 250 millones de euros y ha obligado a activar tres palancas salvadoras. Pero la transformación de la plantilla acabará siendo brutal. Serían, finalmente, ocho fichajes (nueve, si contamos a Pablo Torre), que cambiarían completamente la fisonomía de un vestuario en el que ya no estarán (o no deberían estar) Neto, Alves, Mingueza, Dest, Lenglet, Umtiti, Frenkie De Jong, Riqui Puig, Pjanic, Adama, Luuk De Jong, Memphis y Braithwaite. Si el mes de julio ha sido intenso, agosto será trepidante. Quedan 28 días de mercado en los que el teléfono de Mateu Alemany sacará humo.