La revolución del Barça puede quedarse a medias

La revolución que debe hacer el Barça en la plantilla, gane o no la Champions, corre el peligro de quedarse a medias. El club blaugrana, lastrado económicamente por la pandemia, deberá vender a muchos jugadores si quiere comprar buenos refuerzos. De momento, ha invertido 103 millones de euros en cuatro futbolistas (Pjanic, Trincao, Pedri y Matheus), pero ha compensado el balance con los traspasos de Arthur (70 millones) y Abel Ruiz (8). Nada que ver, hasta ahora, con los 790 millones gastados en las tres últimas temporadas en la incorporación de 20 jugadores (entre ellos, tres con un precio muy superior a los 100 millones: Dembélé, Coutinho y Griezmann).

El coronavirus ha obligado a poner el freno de forma contundente y el propio Bartomeu ya anunció en SPORT que descartaba cualquier intento de recuperar a Neymar y que la ‘operación Lautaro’ estaba en ‘stand by’ a la espera de las salidas. El joven delantero del Inter estaba llamado a ser la piedra angular de la transformación blaugrana, pero el Barça ha frenado las negociaciones con el Inter porque no tiene dinero. Así de claro. O de negro...

El agujero provocado por el COVID-19 en la tesorería blaugrana puede superar los 200 millones de euros y eso obliga a tomar decisiones drásticas. Y, sin duda, impopulares. La llegada de Lautaro (y también la del central Eric García) está absolutamente condicionada a las salidas. El Barça tiene, en estos momentos, hasta siete jugadores más en venta: Todibo, Rafinha, Braithwaite, Coutinho, Junior, Rakitic y Umtiti. Más otros dos, Dembélé y Semedo, por los que estaría dispuesto a aceptar una oferta irrechazable.

El club blaugrana necesita equilibrar sus cuentas con los traspasos y si se consiguen los objetivos fijados, apostar en la recta final del mercado por las dos incorporaciones pendientes. Hoy se abre oficialmente el periodo para hacer fichajes y hay tiempo hasta el 5 de octubre. Puede pasar de todo en estos dos meses...