Revitalizando el tridente

Griezmann ya viste de azulgrana y bien puede decirse que el Barça dispondrá esta temporada de un nuevo tridente de primerísima categoría, después de aquel Messi-Suárez-Neymar con el que consiguió el triplete en la temporada 2014-15 y batió récords goleadores, con 171 tantos, dos temporadas después. Justamente en verano del 2017 se fue Neymar y el tridente ofensivo bajó considerablemente su rendimiento.

El tercer elemento, Dembélé, y más tarde Dembélé/Coutinho, no ha funcionado y el equipo lo ha acusado, especialmente en la Champions, donde el uruguayo solo ha anotado un gol en cada una de las dos últimas temporadas. Con la llegada de Griezmann se pretende revitalizar el sistema con tres puntas y su productividad goleadora. Este es el objetivo de los técnicos, que ya lo intentaron la pasada temporada y, vista la tendencia de las últimas campañas, no han dudado en insistir en el francés, pese a las contradicciones emocionales que su llegada tendría en la afición. Por fútbol, la cuestión estaba clara. 

NÚMEROS CANTAN

Y es que la realidad es que el tridente había entrado en una peligrosa dinámica descendente. El tridente, que no Messi que, como verán, es el que ha aguantado todo el entramado. Miren, los números cantan. Desde la temporada 2014-15, la primera en la que Messi, Suárez y Neymar jugaron juntos, los registros goleadores en todas las competiciones, han sido los siguientes: 175, 168, 171, 141 y 136.

Queda claro el descenso. Y también el problema, puesto que Messi, con 58, 39, 53, 45 y 51 goles, respectivamente, ha mantenido su altísimo nivel, pero Suárez ha ido menguando su eficacia (25, 58, 37, 31 y 25) y Dembélé y Coutinho solo han marcado 14 y 25 goles entre los dos. Hacían falta reajustes, un tercer goleador de verdad y un nuevo Suárez para subir el nivel de competencia en el centro del ataque. Al primero le presentan hoy y el segundo tal vez no llegará como consecuencia de la inesperada posibilidad de repescar a Neymar, algo que ha cambiado los planes y que, llegado el caso, ya se vería si para bien o para mal