El reto será domar a otro francés

Está por ver si Adrien Rabiot acaba llegando al FC Barcelona y cuándo será su incorporación pero lo que veremos todos, si llega el caso de que acaba fichando, es que será un jugador que no llegará acompañado de la calma. El centrocampista francés tiene solo 23 años y, pese a su corta edad, ya ha vivido diferentes episodios de tensión con su club con la primera renovación, de su club al ser castigado por no jugar y con su selección por negarse a formar parte del grupo de jugadores reservas para ir al Mundial.

En menos de un año, Rabiot ha pasado de ser titular con el PSG a ser sancionado por su club y por su selección. A no jugar.

¿Es esto, de por sí, una razón para no ficharlo? En absoluto. Es solo un aviso para el Barcelona. Tantos jugadores no se encajan en un club y en otros acaban siendo piezas claves. Cantona nunca acabó de encajar en Francia y en Old Trafford encontró su habitat natural. Laudrup era un incomprendido en Italia y en la Liga española tocó el cielo. Hay una larga lista como ellos.

El cuarto francés

Sería el cuarto francés  en el vestuario del Barcelona con lo que el clan está asegurado y Abidal debería tomar cartas en el asunto para  que acaben sumando y evitar que cada uno vaya por su lado. En este inicio de temporada ha habido dos incidentes precisamente con dos compatriotas suyos porque Umtiti se ha negado a ser operado tal y como le aconsejaban los médicos del club y lleva ya medio año sin jugar y de todos son conocidos los actos de Dembélé. Lenglet, por contra, ha tenido una actitud ejemplar, irreprochable y un rendimiento espectacular que ha minimizado la ausencia de Umtiti.

El Barcelona se jha fijado en el mercado francés porque dentro de la locura que vive el fútbol en Francia es donde se pueden encontrar jugadores de calidad a buen precio pese a su condición de campeones del mundo. A excepción de Dembélé, los otros dos jugadores han llegado a cambio de un traspaso razonable ofreciendo un buen rendimiento. Rabiot puede llegar siendo más barato que nadie por lo que económicamente seguro que será viable.