La resiliencia de Ortega

Ortega, con Laporta, Rafa Yuste, Joan Solé y Pérez de Vargas en el vuelo de vuelta

Ortega, con Laporta, Rafa Yuste, Joan Solé y Pérez de Vargas en el vuelo de vuelta / FCB

David Rubio

David Rubio

El Barça culminó una verdadera proeza el pasado domingo en el Lanxess Arena al conquistar su undécima Champions como colofón a una temporada muy difícil que ha encumbrado a Carlos Ortega como un gran entrenador y un excelente gestor de recursos.

El malagueño regresaba al club en el que hizo historia ganando seis Copas de Europa con el Dream Team tras la traumática marcha de Xavi Pascual y de David Barrufet en una decisión que no ha frenado la racha ganadora de un equipo sensacional.

Desde el primer día, Ortega ha demostrado una capacidad de trabajo extraordinaria y una resiliencia que le ha permitido superar todos los obstáculos, que han sido muchos y algunos de ellos, ingentes.

Carrera de fondo

El andaluz recibió un equipo con la mayoría de jugadores muy cargados tras los Juegos de Pekín y más corto a nivel de efectivos con Aron Palmarsson y sobre todo Raúl Entrerríos como bajas. Ortega fue instaurando su filosofía con pies de plomo para convencer a una plantilla que tampoco tenía claro ese cambio.

A ello se unió la sonora derrota en la final de la Super Globe ante el Magdeburgo (campeón de la Bundesliga a la postre), una corta mala racha en la Champions e incluso la alineación indebida frente al Torrelavega. “Nos ha convencido con su trabajo. Es un técnico muy trabajador y cuida todos los detalles”, confesaba Pérez de Vargas a SPORT en una reciente entrevista.

Tras conquistar su primera Champions como entrenador, Carlos Ortega lloró de emoción como un niño pequeño. Se le vinieron a la cabeza todos los obstáculos que ha tenido que superar, algunos incluso antes de empezar la pretemporada. Solo hay cuatro campeones de Europa como jugadores y como entrenadores y él es uno de ellos. Se lo merece con creces. ¡Enhorabuena!