Renovar a Umtiti es mejor negocio que fichar a un sustituto

Umtiti, con el futuro en el aire

Umtiti, con el futuro en el aire / sport

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

El problema que tiene hoy el Barça con Umtiti es un problema que se pudo evitar si la secretaría técnica se hubiese adelantado a los acontecimientos. Solo era cuestión de seguir los movimientos del mercado, percatarse que el cartel de los buenos defensas cotizaba al alza de forma desorbitada, especialmente en la Premier. Bastaba con analizar que en diciembre el Liverpool contrató al central holandés Van Dijk que jugaba en el Southampton por 85 millones. Un mes después, el City pagó al Athletic la cláusula de Laporte, 65 millones. Dos noticias suficientemente importantes como para que la secretaría técnica del Barça se moviera con rapidez y habilidad. No lo hicieron y ahora pagan las consecuencias. Varios clubs ingleses, entre ellos el United de Mourinho, han ofrecido al defensa francés triplicar su contrato pagando la cláusula de 60 millones que ha quedado desfasada a la vista de su gran rendimiento esta temporada.

De la misma manera que en enero el Barça fue capaz de renovar a Gerard Piqué hasta el 2022 subiendo la cláusula a 500 millones, un auténtico blindaje, era el momento para hacer lo mismo con Umtiti ya que con un Mundial a la vista estaba cantado que sería un jugador que estaría en el mercado por culpa de su cláusula accesible. En la actualidad, por defensas de categoría se pagan cantidades que antes solo se pagaban por delanteros, por cracks.

Hagamos un poco de memoria. Umtiti llegó al Barça en el verano del 2016 con solo 22 años procedente del Olympique de Lyon y sin fama a nivel internacional. Se pagaron 25 millones, su ficha era una de las más bajas de la plantilla y la verdad es que su adaptación fue rápida y positiva. Al cabo de un año, 2017, se comentaba que había sido el fichaje perfecto después de muchos años sin acertar en un central que pudiera complementarse con Piqué. Se presumía que era un fichaje 3 B, bueno, bonito y barato. En su segunda temporada la progresión ha continuado al alza, su rendimiento es magnífico y su titularidad indiscutible. Motivos suficientes para pensar que habría que revisarle la cláusula antes de que le deslumbraran otros clubs con el talonario. No es lo mismo negociar llevando la iniciativa que a remolque de ofertas foráneas.

Llegamos al momento actual. Umtiti tiene ofertas que triplican su contrato con el Barça y así lo ha dado a conocer su representante al club. Sus aspiraciones le llevan a querer cobrar 9 millones libres de impuestos por temporada, lo que significan 18 para la entidad, un nivel que le situaría entre los mejor pagados de la plantilla. ¿Qué hay que hacer? Es evidente que nadie es insustituible, pero también está claro que puede salir más caro fichar un sustituto  que aumentarle la ficha. Después de ver lo que se ha pagado por Dembélé y Coutinho no es fácil encontrar un central de garantías por debajo de 60 millones y encima el nuevo jugador pediría una ficha similar a la que ahora reclama Umtiti. Por todos estos motivos, están condenados a entenderse. El central francés quiere seguir y así lo demostró después del gol que marcó a la Roma, besando el escudo en un claro mensaje a la directiva. Se han dado un mes para la negociación, buena señal. El Barça tendrá que subir su oferta y el jugador aceptar una parte de la mejora en bonus por títulos conseguidos. Si no hay acuerdo, seguro que pierden las dos partes. Si firman una renovación, será bueno para el Barça y para Umtiti.