La renovación de Ter Stegen, en medio de la tormenta perfecta

Como ha ido informado este periódico, la renovación de Ter Stegen está encallada. La última oferta del Barça, de más de 6 millones netos, ha sido rechazada por el representante del jugador y la situación puede volverse peligrosa en cualquier momento. 

En las últimas horas, el Barça buscaba fórmulas para desencallar la negociación, y ofrecerá al portero alemán una mejora aplazada hasta el 2024, pero el club sabe que ya no tiene mucho más margen de maniobra.

El problema es que el entorno de Ter Stegen argumenta que hay fichas más altas que la suya (Alba, Rakitic, Umtiti o Busquets) de la denominada ‘clase media’, algunos con contratos alrededor de los diez millones netos, cuando son futbolistas que objetivamente no aportan más que el guardameta en la consecución de puntos decisivos.

Una novia al acecho

Es decir, lo que reclama el portero es ser tratado igual a los que tienen un peso específico como mínimo similar. La cuestión no es solo que los argumentos de Ter Stegen son sólidos sino que además, a diferencia de otros futbolistas, tiene en el Bayern de Múnich una novia al acecho, que daría lo que fuera para contar con sus servicios.

Tiene toda la lógica del mundo que el club más importante de Alemania quiera fichar a Ter Stegen, también alemán, justo ahora que se ha convertido probablemente en el mejor portero del mundo. Es cierto que estamos en plena crisis del coronavirus, en la que se hace difícil negociar sin saber todavía cómo quedará la economía de los clubes, pero el mundo no se para, y mucho menos el mercado de fichajes cuando se trata de futbolistas apetecibles.

El Barça, pues, deberá tener mucho cuidado con esta renovación porque la tormenta perfecta del coronavirus puede complicarla peligrosamente. Con la economía del club estresada, un pretendiente en el horizonte, una bajada inminente de sueldo de los futbolistas y una voluntad de ser reconocido que no va a ser fácil de satisfacer, la negociación sobre el futuro de Ter Stegen se antoja especialmente delicada. El Barça no puede hacer ningún paso en falso si no quiere ver comprometido uno de sus futbolistas más decisivos después de Messi.