El relevo de Busquets, cuestión de estado

Busquets, en un partido ante el Real Madrid

Busquets, en un partido ante el Real Madrid

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Sergio Busquets es la prueba concluyente y definitiva de que quienes se dedican a convertir a los futbolistas en números entienden mucho de números y nada de fútbol. Según ‘Transfermarkt’, una web muy útil a nivel periodístico que se dedica a transformar un juego en estadísticas, el blaugrana vale nueve millones de euros, ocupa la posición 980 de jugadores más valiosos del mundo, la 141 de LaLiga, la dieciocho en el Barça, la 97 entre españoles y la 85 en su posición.

Traducido al idioma de bar, según este portal, Busquets es un paquete. Luego llegan los premios individuales, a los que tiene prohibida la entrada. No ser mediático y ni siquiera hacer el esfuerzo para serlo penaliza en un mundo en el que la imagen lo es todo y los filtros se usan para esconder la realidad. ‘Busi’ odia los filtros y se presenta desnudo sobre el césped, que es su vía de comunicación.

El ninguneo de estas webs especializadas dan la razón a Luis Enrique cuando dice que sabe más de fútbol que cualquier periodista. “Es bastante incomprendido, pero es un jugador único y una garantía”, dijo de él. Lo mismo pensaba Cruyff en una entrevista de 2010 a ‘El País’: “Hace lo que los demás no hacen. Cuando hay muchos centrocampistas, como en el Barça, la diferencia entre estar bien posicionado o mal posicionado es de un metro”. De Xavi no es necesario citar elogios; sus alineaciones hablan por sí solas. Busquets es una pieza única en el mecanismo de un reloj de lujo que solo usan los relojes de lujo y que en uno de gama baja sería un cuerpo extraño. Por eso necesita que el fútbol del Barça sea de alta escuela y no vulgar como ha sido rencientemente.

Sergio tiene 33 años y vive su cuarta o quinta juventud (la edad de los futbolistas nada tiene que ver con la del resto de los humanos), pero un día llegará la jubilación y el Barça está obligado a encontrar un relevo que esté a su altura. Titular indiscutible en la selección y en el Barça, lo resiste todo gracias a una genética privilegiada y una actitud profesional sin fisuras. Y, aún así, el día llegará. Planificar a corto y medio plazo es tan importante como tener mirada larga.

Sustituir a Busquets es uno de los grandes retos que tendrá la dirección deportiva en el futuro y es imprescindible empezar a pensar en ello. Sin esa pieza el equipo se cae. Como pasa con los futbolistas de su talla, no existirá otro igual, pero hay que buscarlo. Y nadie mejor que el propio Busquets, junto a Xavi, para ello. No se trata de jubilarle ya, sino de evitar que, cuando él diga basta, el agujero sea tan grande que para rellenar el hueco sean necesarios muchos años.