Relaxing cup, Leo

Messi es el máximo realizador de la Champions a pesar de haber jugado solo 3 partidos

Messi es el máximo realizador de la Champions a pesar de haber jugado solo 3 partidos / Javier Ferrándiz

Carme Barceló

Carme Barceló

Messi toma relajadamente un café con leche. Foto que el propio jugador sube a su Instagram Stories a media mañana de ayer. Así, como muy casual. Tranquilo. Aparentemente calmado. Si se confirma que queda apeado del podio del Balón de Oro, está claro que con él ya no va esta película cómica. Leo come solo y el resto, si acaso, se apunta al postre. O al café. Poco más. Una noche de Champions más, un partido más, el mejor jugador del mundo marcó y asistió. Él no necesita azúcar. Le pone sal a casi todo lo que hace, que es mucho y sobresaliente. Que se sale de la carta, vamos. Que es el plato del día, el desfase creativo del chef y aquella trufa blanca única que va a buscar Piqué en sus ratos libres y que solo encuentran los elegidos. Poco -o nada- más que añadir.

La calma y el nervio

El partido ante el PSV fue lo segundo. Los 20 minutos iniciales de Messi, lo primero. Cuando se activó, todo cambió. El falso 9. El 4-3-3. El ‘mosquito’ Dembelé picando y picándose, con ese regate de más que a veces le sobra y esa calidad innata que nunca le falta. Las acometidas de los holandeses fueron muchas y buenas. A Ter Stegen le bajaron del patinete y le pusieron cuerpo a tierra. Tres palos. Salvar lo insalvable. Pero Leo recalentó el café y apartó la leche. O la convirtió en mala ídem. Sea como sea, no se tomó el combinado de forma relajada en una plaza. Literalmente, la tomó. 106 goles lleva ya el apeado del podio dorado en la UEFA Champions League. 28 asistencias. 128 partidos. 4 títulos. 5 veces ‘pichichi’. 2 veces máximo asistente. Los números cantan. Los hechos, también. Si ya era agnóstica de los premios, ahora soy atea declarada. Eso sí, le robo a Santa Teresa de Jesús este poema: “Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda; la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta. Sólo Dios basta”. Tomémonos una copa linda a su salud y metamos el café en una botella. Disfrutemos de este D10s que habita entre nosotros.