Regularidad y acierto como objetivos

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Gerard López

Gerard López

El mundo del fútbol es impredecible, no siempre se cumplen los pronósticos y el de la pasada semana fue un claro ejemplo. El Barça ganó a la Juventus con solvencia, practicando un buen fútbol. Tres días después, se complicó la vida en Vitoria y cedió dos puntos que aumentaron la desventaja con el Madrid. ¿Qué explicación se puede dar? Es difícil argumentarlo, pero sí me vienen a la cabeza dos conceptos básicos del fútbol: regularidad y acierto.

La regularidad es un término abstracto, pero que dice mucho del trabajo diario y de la capacidad de un equipo de tener las ideas claras, una idea de juego marcada y sobre todo, bien entrenada en el día a día. Te permite crear unos automatismos para no da margen a las sorpresas. Llevar cuatro partidos de Liga sin ganar y en cambio, tener casi asegurada la clasificación para los octavos de la Champions lleva a cuestionarnos el porqué de este cambio de imagen en distintos partidos.

Considero que este Barça es un equipo reconocible. Koeman está imprimiendo su sello, cuando llegó analizó la plantilla que tenía y ha ido adecuando la idea de juego a estos jugadores. Ha cambiado el dibujo táctico de los últimos años. Un entrenador debe imponer sus ideas futbolísticas y Ronald lo está haciendo con su conocimiento, pero creo que le falta alcanzar una sensación parecida en todos los partidos. Hemos pasado de un Sevilla que fue mejor, de un partido en Getafe que se decidió por detalles, a la exhibición ante el Ferencvaros para seguir con un clásico que salió cruz y al partido siguiente, brillar en Turín para volver a las andadas en un partido extraño en Vitoria. Una montaña rusa.

Los metros finales

Y de aquí pasamos al otro concepto clave para mí,  el acierto. Ya tuvo el equipo grandes ocasiones ante la Juventus que desperdició. Quedó en un segundo plano por la gran imagen, pero lo de Mendizorroza sí fue asombroso. Generar 25 ocasiones de gol, nueve entre los tres palos... se antoja improbable que no termines ganando. Pero es que el acierto reside ahí. Hacemos análisis de los partidos donde les das muchas vueltas al juego, al sistema, pero en muchos casos todo se resume en el acierto o, como es el caso, en su ausencia. 

El Barça crea ocasiones, el fondo de armario es más amplio a nivel ofensivo que en anteriores temporadas, tiene futbolistas que pueden ejercer de revulsivos... pero si no hay acierto, todo lo demás se va al limbo. El equipo está en ese punto de la temporada donde muchas cosas se están haciendo bien y lo vemos en Europa, pero le está penalizando en Liga su desacierto. Con más eficacia se podrían tener cuatro o cinco puntos más, por lo que entiendo que la clasificación a día de hoy no debe ser una obsesión, sino una motivación para poner más énfasis y atención a estos metros finales.

Se puede debatir si la ausencia de Luis Suárez condiciona mucho, pero estamos hablando de una plantilla donde el potencial es brutal. Tienen que llegar los goles de Messi, Griezmann también necesita recuperar su números lógicos, Ansu es un valor añadido a esta producción y la segunda unidad, con Dembélé, Pedri, Trincao y Coutinho, es sinónimo de registros importantes. Y sin olvidar al ‘9’ que vino en diciembre, Braithwaite. Son ocho delanteros. Todo esto hace que la palabra acierto sea fundamental. Por actitud, ocasiones, compromiso y estado físico, este equipo es superior. Un Barça más regular y con mayor acierto de cara al gol invita a un futuro más optimista.