Real... idad

Vinicius y Raíllo tuvieron sus más y sus menos durante el partido

Vinicius y Raíllo tuvieron sus más y sus menos durante el partido / AFP

Carme Barceló

Carme Barceló

Entre el aperitivo y la siesta saltó el Real Madrid el domingo al césped de Son Moix. Como dijo alguno, el niño ya venía de nalgas. A saber: lesión de Courtois en el ‘calentamiento’ previo -junto con Benzema, los máximos hacedores de los títulos de Liga y Champions de la pasada temporada-, la baja del delantero francés desde hace semanas y, para aliñar la jornada, el mallorquín Marco Asensio falla un penalti en la que fue su casa. Que pidió lanzar él, dicho sea de paso.

Hasta ese momento, de Vinicius se hablaba poco o nada. Entre otras cosas, porque el equipo de Ancelotti no tiró ni una vez a puerta, pena máxima al margen. Los tres puntos perdidos en Mallorca fueron por obra y gracia de los jugadores que participaron en el desastre y del técnico italiano. Ídem en la Supercopa perdida en tierras árabes. Esto es así.

Pero el foco se desvía a Vinicius. Al jugador desequilibrante, desquiciante y que desquicia. Al que pierde más tiempo en protestar dentro y fuera del campo que en concentrarse en lo que verdaderamente importa y de lo que depende su equipo. Al que como, por desgracia y nunca me cansaré de denunciarlo, menosprecian e insultan por el color de su piel. Ni es el primero ni será el último mientras la educación no triunfe en en las familias y en las aulas, por este orden.

Poco podemos hacer en un campo de fútbol si los y las que asisten a los partidos carecen de principios que no han traído de casa. Vinicius es arte y parte de los éxitos y de los fracasos del Real Madrid. Un chaval al que le ha costado sangre, sudor y lágrimas ser titular en su equipo y que pierde un maravilloso tiempo de calidad entre provocaciones, discusiones con rivales, protestas constantes a los árbitros y ‘recaditos’ en la zona mixta y en sus redes sociales para que periodistas y comunicadores nos hagamos eco de ello. Podría ser un líder y se ha quedado en un borrador.

No es extraño que desde la cúpula del club que le paga hayan decidido señalarle el camino del silencio y la concentración en el balón, que es lo que verdaderamente importa. Porque aunque la Copa, la Supercopa y el Mundialito le parezcan ‘titulitos’ al madridismo, la Liga se aleja por obra y gracia del FC Barcelona y en la Champions League no dan tanto miedo como antaño.

Poco se habla de los últimos galácticos fracasados, Jovic y Hazard, y mucho de un estadio que será espectacular pero que no parece que vaya a inaugurarse entre la pompa y el boato que dan los éxitos. Xavi y los suyos también están mostrando el qué y el cómo de los rivales más directos. Blancos, no. Pero radiantes, seguro. Ocho puntos son pura descripción de la real…idad.

ARAUJO, EN OTRA CAUSA SOCIAL

Una vez más, y que sirva de precedente, Ronald Araújo ha vuelto a movilizarse por una causa social. Además de ser uno de los primeros futbolistas en compartir en sus redes sociales mensajes de apoyo a la comunidad turca y siria, a nivel privado también se ha sumado a la solidaridad. Cuando hablamos de valores, el defensa del Barça es uno de los grandes ejemplos y embajadores. Orgullo culé.

LA ÉLITE DEL FÚTBOL FEMENINO, EN LOS PREMIOS PANENKA

Irene Paredes, Sandra Paños y Mariona Caldentey, representando al Barça Femení, recogieron el Premio Panenka en la Antiga Fàbrica Estrella Damm. Tres jugadoras que forman parte de la élite del fútbol femenino español y que no estarán en la lista de convocadas por Jorge Vilda. "Para ganar, igual lo mejor es no ir con las mejores", aseguró el seleccionador en rueda de prensa. Dicho y hecho.