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Opinión

Rashford acaba con los tópicos

Flick ha recuperado la mejor versión de Rashford

Flick ha recuperado la mejor versión de Rashford / Valentí Enrich

Difícilmente en agosto habría apostado un café a que Marcus Rashford sería un buen refuerzo para el Barça 2025-26. Estamos a primeros de noviembre y debo confesar que a día de hoy la relación inversión-rendimiento del internacional inglés es casi insuperable.

Y todo esto lo constato con el único propósito de desmontar topicazos instaurados. Por ejemplo, la necesidad que el Barça se sume a la moda de club especializado en firmar a jóvenes talentos a precio razonable y con toda una vida por delante para amoldarse al ‘modo culer’.

La realidad es testaruda, al menos la instalada en el área deportiva del FC Barcelona. Revisemos la mayoría de los movimientos en los últimos años y analicemos realidades por tristes que sean: los aciertos han llegado -salvo contadas excepciones- de la mano de la incorporación de futbolistas contrastados. Las apuestas peleadas y algunas de ellas consumadas apenas si han dejado huella. Desde el fichaje de Pedri, y a la espera de ver qué sucede con Bardghji, mucho ruido y escasa presencia en el once inicial del primer equipo.

En resumen, la resurrección del Barça llega gracias al milagro de la cantera y a la aportación de cracks o futbolistas en progresión -Joan Garcia-.

La mejor versión del Barça de la pasada temporada la gozamos cuando Iñigo Martínez hizo gala de su jerarquía en defensa y en ataque disfrutamos de Lewandowski goleando y Raphinha demostrando que sí tiene un hueco en la elite del fútbol mundial. Iñigo lucía sus 34 años, Lewy estaba en 36 y Raphinha ya presumía de 28. Yno me olvido de Szczesny.

Ya ni nos acordamos de cuando el Barça peleó sin acierto por fichar a Endrick o cuando se empecinó en Vitor Roque. Visto lo visto, dos objetivos que no han cubierto expectativas en su llegada a Europa.

Soy consciente de la precariedad económica y de la necesidad de agudizar el ingenio. Pero llegados a este punto, y hasta que la economía no permita ‘apuestas seguras’, esas tipo Haaland o similares, afrontemos la realidad de cara: paguemos por Lewy o Raphinha, pero no renunciemos a Iñigo Martínez y Rashford. La experiencia de estos últimos años es un aliciente para reforzar una fórmula mágica solo al alcance de un club que dispone de una cantera única: el valor del riesgo debe estar con los de casa y la juventud, siempre que sea posible, en La Masia.

Otra cuestión muy distinta es que Deco, y sus auxiliares, se pongan las pilas y acierten de una vez en sus apuestas de futuro de otros continentes.