Rakitic, el primer damnificado

La renovación de Ivan Rakitic sigue pendiente

La renovación de Ivan Rakitic sigue pendiente / EFE

Jordi Costa

Jordi Costa

Desde que se hiciera pública la llegada de Frenkie de Jong al Camp Nou el próximo verano, se dio por hecho que el Barça deberá afrontar algún movimiento doloroso para dar cabida al holandés. Y uno de los nombres que sale en todas las quinielas es el de Rakitic. Y sería este, ciertamente, un efecto colateral doloroso de un fichaje tan deseado. Desde que aterrizó en el Barça hace casi cinco años, el croata no sólo ha sido titular indiscutible para Luis Enrique -que le prefirió a Kroos aunque seguramente el alemán tenía más perfil Barça- y para Valverde sino que ha sido un ejemplo maravilloso de cómo un futbolista de referencia en su anterior equipo se aviene a ser un gregario de lujo en el Barça. Gracias a ello, se hizo imprescindible para compensar la vulnerabilidad defensiva de un equipo con tantas piezas netamente ofensivas.

Además, Rakitic tuvo el compromiso de rechazar alguna oferta mareante cuando su excelente papel en el Mundial le convirtió en una pieza todavía más codiciada. No hay duda: cuesta imaginarse el Barça de esta temporada, como el de las anteriores, sin él pero es posible que el paisaje cambie el próximo curso. De entrada porque el sueldo que se le ha firmado a De Jong es una pesada losa más sobre la ya cargada masa salarial barcelonista, y ante la obligación de mejorar el contrato de Rakitic -si se quedase- es más probable que se imponga la necesidad de liberar alguna ficha. En este punto, es justo recordar que hay otros sueldos mucho más cuantiosos en el plantel que ni siquiera se acercan al nivel de Rakitic. Pero también hay que contemplar la variable de la edad -el croata cumple 31 años en un mes- y el exceso de centrocampistas que tiene la plantilla: a los Busquets, Arthur, Arturo Vidal, Aleñá, Rafinha y pendientes del crecimiento de Riqui Puig, tampoco está descartada la llegada de Rabiot, este sí con un perfil parecido al de Rakitic.

Con todo ello, el croata dijo el lunes que le gustaría quedarse en el Barça pero con un rol y unas condiciones contractuales que le satisfagan. Ergo no a cualquier precio, ni siendo suplente. Por su parte, Valverde valoró ayer la importancia de Rakitic pero rehusó aventurar qué pasará con él la próxima temporada. Supongo que porque el propio técnico tampoco tiene decidido, o no quiere hacer público, su futuro. Me parece obvio que si Valverde continuara en can Barça, solicitaría un esfuerzo para un futbolista que considera capital. Pero, por más que duela, todo no puede ser.