Rakitic no aprende de sus errores

Rakitic se tiró a la piscina para celebrar el triunfo del Sevilla

Rakitic se tiró a la piscina para celebrar el triunfo del Sevilla / EFE

Xavier Ortuño

Xavier Ortuño

Que Sevilla es un remanso de paz para Rakitic ya lo sabíamos, que le tira más la Giralda que la Sagrada Familia no es novedad y que se muere de ganas de volver a vestir los colores del Sevilla FC lo saben tanto en el Sánchez Pizjuán como en la secretaría técnica del Barça. Pero eso no le autoriza para tener barra libre en lo que a Sevilla se refiere. Si en 2019 se escapó a la Feria de Sevilla tras el desastre de Anfield y se fotografió con el hijo de Del Nido. Ahora tras el meneo de Lisboa ha hecho su primera aparición pública para hablar en la televisión del Sevilla y festejar el título de la Europa League con piscinazo incluído. 

Es normal que el socio blaugrana lo considere una falta de respeto y al no ser la primera vez ya puede oler a recochineo. O quizás no es recochineo sino si es el último intento de enfadar a todos los estamentos del club para forzar su salida a bajo precio y jugar la próxima temporada en el Sevilla. No fue un error ficharle, su rendimiento global ha sido bueno pero de más a mucho menos. Hace un par de temporadas, que ayudado por la fragilidad del equipo, jugó demasiados minutos y pocos fueron notables y esta última temporada comenzó en el ostracismo y acabó apareciendo.  

Es por eso que lleva un tiempo en el Barça distante, siempre con cara de que se le está juzgando demasiado, que se le analiza con excesiva lupa y él a cambio hace caso omiso de las buenas ofertas que recoge la secretaría técnica por él. La temporada pasada por priorizar al Sevilla se acabó quedando en el Camp Nou y el Barça con la caja vacía.