Rakitic merece un reconocimiento del Camp Nou

Rakitic, con el balón que Adidas ha diseñado para la Champions 2018-19

Rakitic, con el balón que Adidas ha diseñado para la Champions 2018-19 / J. Ferrandiz

Ernest Folch

Ernest Folch

El 'culebrón Rakitic' ha terminado de la mejor manera posible: se queda en el Barça y además refuerza todavía más sus lazos con un club que hoy le siente como si se hubiera criado dentro.

El jugador croata pasó unos días angustiosos en los que tuvo que tomar una decisión muy difícil: irse a cambio de una oferta brutal (su sueldo doblado más una prima de fichaje) o quedarse en el equipo que le ha dado toda la proyección internacional. Al final escuchó a su corazón y decidió quedarse.

Lo que ha hecho que el lazo entre Rakitic y el Barça se haya reforzado todavía más no ha sido solo su fidelidad sino también su sinceridad, al admitir el sábado después del partido que había tenido ofertas pero que había tomado la decisión de quedarse. Hubiera podido optar por negarlo y hacer ver que aquí no había pasado nada, pero Ivan aplicó una máxima que no le ha fallado nunca: ser honesto y explicar la verdad.

Y es que no hace falta engañarse. El Barça estudió la operación y tuvo que plantearse qué hacer si venía una suculenta oferta de casi 100 millones, y como es normal, el jugador también tuvo que hacer una reflexión profunda, como él mismo reconoce. En la emotiva entrevista que concede hoy a este periódico, en el marco de un acto con Adidas, Rakitic admite que espera ahora un gesto del club, algo lógico después de su ejemplar ejercicio de compromiso con el Barça. Porque la institución debe valorar que en ningún momento Rakitic hizo ningún pulso ni organizó ninguna subasta, sino que tomó una decisión en la intimidad, sin usar esta oferta con fines económicos.

No hay que perder de vista que Rakitic aterrizó en Barcelona después de un Mundial que le dio, a él y a su selección, una proyección máxima. Lo fácil hubiera sido subirse a la parra y pedir el oro y el moro. En cambio, optó por la discreción y fue fiel a sí mismo y al Barça. Merece que el Camp Nou le ovacione y se lo reconozca.