Rakitic debe aceptar una salida digna

Rakitic ha sido uno de los centrocampistas más importantes de la historia reciente del Barça. Las estadísticas del croata avalan su trascendencia: en sus cinco primeras temporadas como blaugrana siempre estuvo en el podio de los futbolistas más utilizados por Luis Enrique y Valverde. Pero su sexto año en el equipo está sobrando.

Tenía que haber aceptado alguna de las buenas ofertas que le llegaron el pasado verano, cuando el anterior entrenador ya le dijo que iba a contar poco (o muy poco) con él por la apuesta estructural por Arthur y el fichaje de De Jong. Rakitic, sin embargo, quiso seguir en el Camp Nou... y se equivocó. Aunque Quique Setién le ha vuelto a convertir en imprescindible, hasta entonces solo había disputado menos del 40 por ciento de los minutos.

Su trayectoria en el Barça, espectacular sin duda, está quedando manchada por esta recta final tan forzada como innecesaria. Por eso extraña que todavía insista en seguir una campaña más, cuando el Barça le está colocando en todas las operaciones de trueque posibles. Dice que quiere hablar con Bartomeu. ¿Para qué? Su contrato acaba dentro de un año y el club quiere sacar un rendimiento económico (aunque sea incorporándole a alguna operación) teniendo en cuenta que ya está más que amortizado. Futbolística y económicamente.

Dejar el Barça cuesta mucho. Muchísimo. Y entender que tu tiempo ha pasado, todavía más. Pero Rakitic debe hacer honor a la enorme profesionalidad demostrada durante sus cinco primeras temporadas y aceptar una salida digna del club. Resistirse, agarrarse al contrato, sería condenarse al banquillo.