Raiola, Mendes, Kia... y el miedo de los clubes

El delantero en el que piensa el Barça si no se ficha a Haaland

El delantero en el que piensa el Barça si no se ficha a Haaland / Google

Tomàs Andreu

Tomàs Andreu

Nada como la Semana Santa para activar el casino del mercado futbolístico. Adiós a los contactos telefónicos, el intercambio de mensajes y bienvenidos a las primeras reuniones más o menos secretas, donde las promesas deben empezar a concretarse en principios de realidad. Una cosa vaya por delante: antes de acudir a cualquier tipo de subasta por un jugador TOP, de entrada, debemos resignarnos a saber quién gana. Siempre la casa. Es decir, los grandes agentes o corporaciones generadas alrededor de los cracks. Vayan donde vayan, ellos siempre ‘mojan’. Por tanto, dictan sus leyes.

RESIGNACIÓN CRISTIANA

Adiós a la fortaleza de los grandes clubes. No puedo dejar de admirar a Rummenigge asegurando que ellos no ficharán a Haaland. Bien por el Bayern, pero que nadie olvide que no han sido capaces de retener a Alaba y las ansias de su agente Pini Zahavi por sacarlo al mercado. Y ante esa realidad no hay más remedio que plegarse y saber administrar las cartas de cada uno. Y, pese a quien pese, a los barcelonistas les queda un pequeño consuelo: Laporta sí sabe jugar al póker del mercado. El pasado le avala. Lo hará con un as escondido, con un comodín en la recámara o simplemente tirándose un farol de narices tocando jugadores a los que no podrá satisfacer económicamente. Pero el Barça sí está en la partida. Y hace solo unas semanas parecía algo impensable.

El Barça, como todos los grandes clubes, no tienen más remedio que plegarse a los designios de los cracks y sus agentes. O juegas en su casino o te quedas al margen de sus cracks, recursos de financiación y otras prebendas. Mino, Mendes, Kia, Pini y cía siempre ganan. A Laporta no le gusta perder. Hay juego, que no es poco...