El racismo, la otra pandemia mundial

Detienen a varios periodistas de la CNN en las protestas por George Floyd

Detienen a varios periodistas de la CNN en las protestas por George Floyd / Google

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Kareem Abdul-Jabbar, el mítico pívot de los Lakers, denunció ayer el “racismo institucional” que existe en Estados Unidos. El asesinato del afroamericano George Floyd perpetrado por el policía blanco Derek Chauvin (que le asfixió apretándole el cuello con la rodilla durante nueve largos y angustiosos minutos) ha desatado una oleada de protestas sin precedentes en todo el país. Mientras en Minneapolis, la ciudad donde tuvieron lugar los dramáticos hechos, se multiplican los disturbios.

“El racismo es un virus más mortal que el COVID-19”, asegura el ex jugador de baloncesto en un articulo que ha escrito en Los Angeles Times. Y es que las imágenes de la muerte de Floyd han sacudido, una vez más, las entrañas del odio racial en una sociedad dividida desde hace siglos entre negros y blancos. Nadie con un poco de humanidad puede permanecer inmune ante semejante salvajada, una más de las muchas que se cometen en un país que Trump ha radicalizado todavía más. 

El deporte, otra vez, se ha puesto al frente de estas protestas. En las últimas horas han proliferado las manifestaciones y los gestos que repudian el asesinato de Floyd. Incluso las marcas comerciales más potentes del mundo como Nike o Adidas se han posicionado contra la segregación y la violencia racial. Como hizo el Barça ayer por la tarde con un mensaje que lanzó a través de las redes sociales: “El racismo, como forma de discriminación que busca degradar y marginar a la gente por cuestiones de genero, orientación sexual, orígenes o color de la piel, es una pandemia que nos afecta a todos. En el Barça no pararemos de luchar contra ello. Este también es nuestro compromiso”.

Y es que el fútbol en particular y el deporte en general han sido, son y serán unos de los principales territorios de integración. Desde las históricas y reivindicativas victorias de Jesse Owens ante Hitler en los Juegos Olímpicos de Berlín’36, el deporte ha abanderado siempre la lucha contra el odio. Y así debe seguir. Porque la injusticia, la crueldad y la falta de humanidad parece que no tienen fin.