Quien quiera una SAD, que hable claro

Llegan las elecciones a la presidencia del Barça y cierto entorno está empeñado en convertir al club en una Sociedad Anónima Deportiva. Para que eso ocurra, el socio debería dar su aprobación y suena contradictorio que quien ostenta la propiedad entregue su mandato a una o varias empresas, por muchos millones de euros que estén dispuestas a inyectar a las maltrechas arcas que han dejado Bartomeu y el coronavirus.

Partiendo de la base de que ninguna compañía está dispuesta a arriesgar su patrimonio sin obtener nada a cambio, es fácil llegar a la conclusión de que, pese al momento grave que atraviesa la entidad, la fortaleza del Barça sigue siendo imponente. Es decir, si alguien está dispuesto a poner pasta, es que hay negocio. Y, si eso es así, el socio debería buscar al mejor presidente para reflotar la nave sin necesidad de pactar con el sistema.

Eso solo ocurrirá si los precandidatos responden de forma contundente a la siguiente pregunta: ¿Si usted gana las elecciones, está dispuesto a convertir al Futbol Club Barcelona en una SAD? Esa es la única cuestión que, a día de hoy, quienes quieren mandar en el Barça deben contestar. De forma inequívoca, sin juegos de palabras y siendo sinceros con aquellos a los que piden su apoyo.

Solo así el próximo 24 de enero las elecciones serán libres. Quienes quieran engañar al propietario de la entidad con malabares financieros, que sigan aportando su conocimiento a la empresa privada. Si el socio está dispuesto a apostar por una SAD y cometer el error más grave de la historia del club, deben saber que lo están cometiendo. Si la idea de cualquier precandidato es hacer del Barça un PSG o un Manchester United, que lo digan claro. Y quien no lo haga, estará otorgando.