Que vuelva el fútbol y que vuelva la vida

El camino de Messi hasta la cima

El camino de Messi hasta la cima / EFE

Lluís Mascaró

Son momentos difíciles. Terriblemente difíciles. Espantosos. Impensables ni en la peor de nuestras pesadillas. La pandemia del coronavirus está azotando el mundo, dejando un reguero de muertes a su paso. Y España, desgraciadamente, es uno de los epicentros de este desastre sanitario sin precedentes en la era moderna. Las  cifras de infectados y fallecidos no paran de crecer, a la espera de que llegue ese tan deseado punto de inflexión y el número de afectados empiece a descender.

Pero, de momento, la maldita curva no para de encaramarse de forma trágica. Por eso el gobierno ha tomado la decisión, como anunció ayer por la tarde el presidente Pedro Sánchez, de endurecer aún más el confinamiento de la población en las próximas dos semanas. Un confinamiento total que obligará a quedarse en casa a todos los trabajadores que no formen parte de los servicios esenciales. Con la única finalidad de intentar frenar de una vez el aumento de los contagios.

Lamentablemente, esta pandemia ha cogido al mundo entero en fuera de juego. Nadie estaba preparado para este drama. Y todos hemos tenido que improvisar. Improvisan los gobiernos, improvisan los organismos internacionales, improvisan las empresas e improvisan, por supuesto, los dirigentes del fútbol. Clubs, Ligas, federaciones, UEFA, FIFA... todos están tomando decisiones sobre la marcha.

Transtornados por el impacto del coronavirus en nuestra sociedad. Sin saber si las competiciones que se suspendieron en marzo podrán acabar en mayo, en junio, en junio, en julio, en agosto... No hay fecha prevista. Porque nadie sabe cuando derrotaremos a la pandemia. Pero la voluntad de todos es que vuelva el fútbol. Que vuelva la normalidad. Que vuelva la vida...