¿Qué quiere hacer el Barça con Ansu?

El momento de Ansu Fati

 Con la baja de Dembélé, podría tener minutos ante el Valladolid / Laia Cervelló

Ernest Folch

Ernest Folch

Ansu Fati no juega con el Barça desde que, hace un mes y dos días, tuvo su enésima aparición fulgurante ante el Villarreal. Desde aquella noche solo ha disputado unos minutos en su debut con la selección sub21. Entre su lesión y decisiones técnicas, Ansu ha vuelto otra vez a un segundo plano tras un inicio en el que, con muchos titulares lesionados, tiró del carro y resolvió partidos a pesar de sus tiernos 16 años.

Porque es justamente su edad la que provoca un encendido debate. Que el fútbol profesional es como una montaña rusa, en las que se está arriba o abajo en minutos de diferencia, es algo ya sabido y asimilado, pero en el caso de un adolescente como Ansu, es necesario preguntarse qué es mejor: ¿estar en el primer equipo jugando poco o nada, o entrenar siempre en el primer equipo y jugar alternativamente con el Barça B? No es una pregunta fácil de responder, puesto que tiene muchos matices y entre otras cosas depende de las lesiones que haya en la delantera, pero lo cierto es que un futbolista en la edad de Ansu está todavía en formación, y la prioridad debería ser jugar y evitar estar parado un tiempo largo.

En el debate sobre Ansu se cruzan muchos otros aspectos, y todos deben cuidarse con sumo cariño. Como cuenta hoy SPORT, el Barça se ha interesado por sus estudios, que no quiere que abandone o que al menos los adapte a su nuevo y exigente tren de vida. El problema de Fati es que tiene que gestionar una situación totalmente inusual, en la que se ha encontrado que ha pasado del Juvenil al primer equipo sin ni siquiera debutar con el Barça B, y además lo ha hecho con éxito y generando ilusión. Seguramente bajarlo otra vez de golpe, después de haber tenido un papel relevante en la cúspide, tampoco es posible. Como tampoco es realista pretender que juegue siempre. El club tiene que encontrar un equilibrio y acompañar al jugador en todas sus decisiones. Una vez se encuentra el talento, aparece el problema de cómo gestionarlo. Pero bendito problema.