¿Qué pasa con la oficina de NY?

Josep Maria Bartomeu, presidente del Barça, en el palco del Camp Nou el día del clásico

Josep Maria Bartomeu, presidente del Barça, en el palco del Camp Nou el día del clásico / AFP

Toni Frieros

Toni Frieros

El 7 de septiembre de 2016 el FC Barcelona inauguró, con la brillantez que requería la ocasión, su oficina comercial en el corazón de Manhattan. Era, en palabras del propio club, “una decisión estratégica del presidente del FC Barcelona y de su órgano directivo. Supone un revulsivo en el alcance internacional del Barça y un eslabón comercial fundamental para la obtención de nuevos ingresos”.

Una oficina de 250 metros cuadrados en la vigésima planta del número 250 de Park Avenue, compartiendo edificio con la sede del banco HSBC y a escasos metros del icónico Hotel Waldorf Astoria. Una inversión global de dos millones de euros anuales, de los que 300.000 corresponden al alquiler del espacio.

La plana mayor del FC Barcelona se desplazó a Nueva York para la puesta de largo: Bartomeu, Cardoner, Mestre, Arroyo... y contó con la presencia de Ronaldinho, Stoichkov, Raúl González y altas autoridades, como el embajador de EE.UU. en España, James Costos. El colofón, la guinda del pastel, fue el encendido del histórico Empire State con los colores del FC Barcelona, una imagen que acaparó portadas y dio la vuelta al mundo. La oficina de Nueva York, por lo tanto, iba en serio....

Para esa expansión comercial, y también social y solidaria, el FC Barcelona desplazó hasta la Gran Manzana a tres ejecutivos: el austríaco Arno Trabesinger como Managing Director;  Gerard Guiu, en calidad de Director de Relaciones Institucionales y Arturo de la Fuente como máximo responsable comercial. De ellos, Guiu y De la Fuente procedían del club, de la Ciudad Condal, mientras que Trabesinger fue contratado. La oficina, puntualizó el FC Barcelona, quedaba bajo la supervisión institucional del vicepresidente  Manel Arroyo.

No sabemos muy bien qué ha pasado exactamente con la oficina de Nueva York, pero de la frase pronunciada por Bartomeu aquel día de “hoy el Barça inicia una nueva era en la que se quiere proyectar en el mundo”, a la realidad, media un abismo. El 21 de noviembre de 2017, un año y dos meses después de la pomposa inauguración, el FC Barcelona envió un comunicado interno a sus ejecutivos en el que decía textualmente que “Arno Trabesinger, Managing Director USA, dejará el club el próximo 30 de junio.../...Hasta entonces, Arno seguirá trabajando en Nueva York para acabar los proyectos en los que está trabajando (NWSL)”. Es decir, intentando adquirir una franquicia de la National Women’s Soccer League. ¿Cuál ha sido la aportación al club de este alto ejecutivo en su año y medio de trabajo?

A la baja anunciada de Trabesinger (dicen que no pisa la oficina de Nueva York desde ese comunicado del club) se sumaron las salidas tanto de Gerard Guiu (ya trabaja en la consultoría Llorente&Cuenca) como de Arturo de la Fuente (fichado por el Grupo América de fútbol). ¿Qué ha ocurrido para que una oficina que debía ser la envidia del mundo esté descabezada, sin ejecutivos y solo con una secretaria al frente y tres comerciales? ¿No era Nueva York y Estados Unidos un mercado estratégico? ¿Desde dónde se ha negociado la gira veraniega del primer equipo este año, desde Nueva York o desde Barcelona? Hay signos evidentes de que el camino no ha sido de rosas precisamente. La segunda oficina comercial del Barça no chuta... de momento.