Que no se resfríe Jordi Alba

Jordi Alba jugó la segunda parte ante el Valencia y vio la amarilla

Jordi Alba jugó la segunda parte ante el Valencia y vio la amarilla / Javi Ferrándiz

Pichi Alonso

Pichi Alonso

El Barça-Valencia de ayer tuvo una primera mitad muy entretenida y divertida por lo abierto del partido y las alternativas en ambas porterías, por el descontrol táctico pero que seguramente a Ernesto Valverde no le habrá gustado. Un Barça sin control del juego y que ha sufrido en exceso en cada salida a la contra del Valencia, que además lo hacía con mucha facilidad y en igualdad numérica en ocasiones. El Valencia aparte de los dos goles, con poco, se plantaba en la portería de Ter Stegen y creaba peligro.

El partido se fue 1-2 al descanso y es verdad que el encuentro cambió totalmente en los primeros 25 minutos de la segunda mitad con un Barça encerrando al Valencia y no dejándole salir. 

EL PESO ESPECÍFICO DE ALBA

El Barça (Messi) empató el partido, tuvo algunas ocasiones para ponerse por delante, pero al final se rehizo el Valencia y con el 2-2 en el marcador igualó el juego y al final se llevó un punto del Camp Nou que sigue dejándo al Barça con ventaja en la cabeza pero a la espera de lo que pueda hacer esta tarde el Atlético en campo del Betis para ver si los de Simeonen recortan o no puntos.

Mención aparte merece en el partido de ayer, Jordi Alba. Ha pasado a tener un peso específicio tan grande en el ataque del Barça, curiosamente a pesar de ser un defensa. Sin Alba el equipo pierde amplitud, pero sobre todo profundidad en ataque, y sus contínuas llegadas a la línea de fondo son claves para el juego del Barça y para su asociación con Messi, que volvió a ser decisivo con sus dos goles. Ni Miranda, ya probado, ni Sergi Roberto, a pesar de su actitud y buena voluntad pueden ser recambios de Alba.