¡Ay, ay, ay, qué miedo con Semedo!

No se trata tampoco de llamar al mal tiempo ni buscar problemas donde seguramente no los hay, pero es evidente que las primeras sensaciones de Nélson Semedo en la pretemporada no han sido para tirar cohetes. No es un prodigio en velocidad, tampoco excesivamente técnico, justo en potencia, blando en las marcas y poco ambicioso en ataque. El exjugador del Benfica aún no ha demostrado todo su potencial y ya no digamos los 30 millones de euros que el Barcelona ha pagado por él. Seguramente estoy siendo muy injusto porque el chaval es aún muy joven y apenas lleva un mes en el equipo, pero hay cosas que con dos o tres entrenamientos se perciben. Por ahora, su mayor logro es que no se amilanó el día que Neymar le llamó la atención. Al menos tiene personalidad. Algo es algo para empezar.

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