ESTO ES LO QUE HAY

¿A qué juegas, Luis Enrique? (2)

Luis Enrique se siente respaldado por la plantilla culé

Luis Enrique se siente respaldado por la plantilla culé / sport

Joan Mª Batlle

SIN PERDON. La derrota de ayer en Anoeta marcará profundamente el devenir del Barça y quién sabe si será el principio del fin de muchos cargos que desde hace tiempo están cogidos con pinzas. De momento, lo del entrenador es imperdonable. Sabiendo que el Madrid había perdido en Valencia y que con una victoria le superaba en la clasificación y alcanzaba el liderato, aunque fuera de forma provisional, va y deja a Messi y Neymar en el banquillo. También a Alves y Piqué, pero esto ya es más opinable. Pero salir a un campo sin Messi ni Neymar, así, por la jeta, es un error gravísimo. Cierto que escribir después del partido tiene poco mérito, pero estarán todos ustedes de acuerdo en que es mucho más fácil perder sin tus mejores jugadores que con ellos en el campo. Y sí, en la segunda parte jugó Leo y media horita Ney, pero regalar tanto tiempo al adversario, dejarle crecer y hacerle creer en sus posibilidades forma parte también de la responsabilidad del entrenador.

Llevamos mucho tiempo sin saber a qué juega Luis Enrique. ¿Al tiki-taka?, ¿al contragolpe?, ¿a un fútbol directo? Después de medio año de trabajo, la imagen que da el equipo es inadmisible. Ayer, sin las dos estrellas en el campo, pero también sin Alves, el partido fue un correcalles. Si estaban cortos de entrenamiento también es culpa suya por haberles dado más días de vacaciones, así que no tiene perdón. Y para más inri, el centro del campo fue el de los últimos años... ¡Y eso que había que cambiar el ciclo!

Decía al principio que muchos cargos empiezan a depender de la pelota. Luis Enrique es muy libre de jugar con su prestigio y su futuro, pero Zubizarreta y Bartomeu han de evitar que su suicidio perjudique a la entidad. Y como el director deportivo ya está más fuera que dentro, ha de ser el presidente el que tome cartas en el asunto... porque si hay que esperar a que el médico de cabecera del entrenador le lea la prensa, estamos apañados.