¡Qué difícil es fichar sin dinero!

Fichar cada vez es más difícil. Y fichar bien, una misión casi imposible. Sobre todo cuando se tiene poco dinero. Como es el caso del Barça. El club blaugrana se gastó muy rápidamente los 222 millones de euros que ingresó por el ‘robo’ de Neymar. De hecho se gastó mucho más (casi 300 millones) en Dembélé y Coutinho. Desde entonces, debe hacer equilibrios contables para incorporar nuevos jugadores.

Una de las variables que hasta ahora jamás había contemplado el Barça era ingresar por las ventas. Antes, los futbolitas casi se regalaban. El pasado verano se consiguieron 125 millones de euros por traspasos. Una cifra que permitió pagar los fichajes de Lenglet, Arthur, Arturo Vidal y Malcom. 

Los problemas financieros también están marcando el mercado de invierno: ha llegado Murillo cedido y se está buscando un ‘9’ bueno, bonito y barato. Y si, finalmente, se consigue incorporar a Stuani será porque antes se habrá recaudado dinero con la venta de Denis Suárez. Por no hablar de que el primer fichaje para la temporada 2019-20 será un futbolista que llega gratis: Todibo.

Y que la incorporación estrella más avanzada es otro jugador que acaba contrato: Rabiot. Aunque su madre, Veronique, lo está subastando al mejor postor. Y eso es un gran peligro. Porque el Barça, más que nunca, está mirando el céntimo de euro. Y en estas condiciones resultada muy difícil, por no decir imposible, entrar en pujas con los otros grandes de Europa.

Esta misma precariedad económica es la que también puede poner en riesgo el fichaje más esperado del próximo verano: De Jong. Su agente, Ali Dursum, prefiere la oferta del PSG porque ganará más en la operación.  ¡Qué difícil es fichar sin dinero!