El puzle en el vestuario
La mejor noticia del Barcelona en las últimas semanas es ver a Leo Messi feliz tras ganar la Copa América. Su cara de satisfacción se contagió a todo el barcelonismo. Mientras sonría, esté feliz, las posibilidades de llegar a un acuerdo para prolongar su contrato aumentan. Si echamos la vista atrás, nos damos cuenta de la diferencia de escenario con respecto al año pasado, en el que envió un burofax pidiendo su salida, estaba cabreado y se sentía decepcionado por el club. Hoy, quiere seguir y está incluso arriesgándose de jugar sin contrato esperando a que el Barça resuelva los obstáculos que frenan su renovación.
La renovación se alarga mucho. Ahora, la pelota está en el tejado del club y no por las condiciones que pone Leo, sino por el problema de la masa salarial del vestuario y el puzle que supone la salida de algunos jugadores. El club debe resolver todo este entramado para avanzar en la renovación de Leo Messi, que es prioritaria.
El aval
En estos momentos de dificultad es cuando me pregunto sobre la utilidad de los avales que presentan las juntas directivas al acceder a la presidencia. ¿No sería ahora el momento de reclamar el aval a la antigua junta directiva dado que los números no cuadran? Cuando han firmado estos contratos por encima de la ley del mercado y cuando el club tiene un problema de solvencia económica, no veo nada mejor que cada uno asuma su responsabilidad.
Si no es ahora, ¿para cuándo sirve el aval? El Barça vive ahora una situación límite. Es cierto que la pandemia ha aumentado los problemas económicos, pero no hasta el punto de la desesperación para regalar jugadores y ahorrarte contratos.
El Barça se saca de encima jugadores para evitar pagar sueldos y cuadrar números. Quizás es el momento de depurar responsabilidades y este aval es una tabla de salvación pese a que me sabe mal que lo sufrirían muchos directivos sin haber tenido voz y voto en la decisión tomada. Entiendo que si ahora no se usa el aval, en estas condiciones críticas, no se usará nunca. Entonces, no sirva para nada.
Operación salida
Durante estas últimas dos semanas, el Barcelona ha dado ya salida a siete jugadores, sin que hayan dejado mucho dinero en caja en concepto de traspaso pero que ha servido para bajar la masa salarial. Ahora, el planteamiento puede ser sacrificar alguna vaca sagrada. Y a todos nos viene a la cabeza Coutinho, Griezmann y Dembélé, quienes precisamente son los que han llevado al Barça a esta situación.
Al cobrar los 225 millones de Neymar, el Barça fichó a estos tres jugadores. Coutinho es la principal razón de la ruina, pero Griezmann tampoco ha logrado colmar las expectativas generadas con su llegada mientras que Dembélé no para de lesionarse. Ahora, ha vuelto a caer y las dudas de su recuperación total aumentan. La carta de Griezmann es la que está en boca de todos para que acabe saliendo.
Al mismo tiempo, se dan por supuestas las salidas de Umtiti, Braithwaite y Pjanic, tres jugadores con un salario elevado, y que servirán para rebajar un poco más la masa salarial que debería servir para dar entrada a Leo Messi.
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