TEATRO DEL BUENO

Puyol en Las Maldivas

Puyol ha comprobado que en un país futbolísticamente pequeño también se disfruta de este deporte

Puyol ha comprobado que en un país futbolísticamente pequeño también se disfruta de este deporte / EFE

Carles Sans

Carles Sans

Situado en pleno Océano Índico, Las Maldivas es el país musulmán más pequeño del mundo. A allí, a una isla que caminando se recorre en 30 minutos, han invitado a uno de sus ídolos del fútbol mundial: Carles Puyol. A Puyol le vino la oferta de visitar Maldivas con motivo de la final de un torneo de fútbol que se celebra entre islas durante la temporada. La oferta estaba hecha desde la ilusión de los organizadores para dar lustre a un torneo de un país futbolísticamente inexistente, pero que sigue a los grandes equipos con el mismo fervor con que podemos hacerlo nosotros. La oferta era tan insólita como peculiar. Le invitaban a él y a su pareja Vanessa a pasar unos días a una de sus islas a cambio de que el exazulgrana participase en los eventos que generaba la esperada final, y naturalmente, a que entregase el trofeo al equipo vencedor.

Tengo la gran suerte de ser amigo del “gran capitán” y haber podido acompañarle a ese lejano paraíso del que, a parte de su belleza, es de una extraordinaria hospitalidad. El hecho de tener a uno de los mejores defensas centrales de la historia ha generado verdadero movimiento social en el país.

Asistimos ayer a la gran final en la que dos equipos se enfrentaban en un campo de tierra. Adornaron el descampado que conducía hasta el terreno de juego con globos y guirnaldas, y recibieron a Carles con honores y bailes. Fue todo de una ternura y de una generosidad difícil de describir. Maldivas es un país modesto, que vive del turismo caro y que la mayoría de sus habitantes no posee riqueza alguna. Aunque, eso sí, disfruta de la bondad de los humildes. Como compensación, el jugador se lleva la satisfacción de saber que también en países futbolísticamente pequeños existe la voluntad de disfrutar de este deporte que une más que separa. Carles Puyol les ha hecho felices y ellos a él. A mí esta me parece la parte más bella del fútbol.