Pueden pasar muchas cosas en un mes y medio

Seis semanas para el 31 de agosto  Queda un mes y medio para cerrar el mercado de verano y el Barcelona ya tiene contratados a dos jugadores de nivel como es el caso de De Jong y Griezmann. Dos refuerzos de lujo que no suponen que la secretaría técnica del club azulgrana haya bajado la persiana al capítulo de fichajes. Ni mucho menos. El Barça tiene todavía mucho por delante tanto en lo que se refiere a las entradas pero también en las salidas.

El hecho de que los traspasos hayan pasado a ser recursos ordinarios para la entidad, algo que no ocurría en un pasado, obliga a ingresar una cierta cantidad de dinero cada verano. Lograron salvar el corte del 30 de junio cuando vendieron a Cardona, a Cillessen y a Denis Suárez pero ahora tienen otro reto ante sí porque hay otros jugadores que están en la rampa de salida. Y son operaciones mucho más trascendentes que hasta ahora por las implicaciones económicas que hay. Es el caso de Umtiti, Rakitic, Coutinho, quizás Dembélé pero también Rafinha. Vender ha pasado a ser algo habitual, ordinario según el lenguaje económico que maneja el club, por lo que la secretaría técnica tiene que seguir con su carrera. Y todavía no ha salido ninguna de las vacas sagradas que se filtró a final de la pasada temporada.

Y el capítulo de ingresos es importante a nivel contable por ser la puerta de la entrada de otros jugadores. Y ahí está el caso Neymar pero también el lateral izquierdo, a quien quieren incorporar para reforzar esa zona de la defensa y la del central. El Barça se encuentra en una fase de impás porque el envite de fichar a Neymar no es poca cosa por el hecho de que el Barça quiere un intercambio de jugadores, sin transacción económica de por medio. La pelota ya ha empezado a rodar en la Ciutat Esportiva pero al otro lado del edificio se encuentra una secretaría técnica cargada de presión y con la amenaza de la soga.